NEUQUEN (AN/ACE).- Francisco Ledesma ingresó en la sala y clavó su mirada en los detenidos. Sólo volvió a revisar el banquillo de los acusados una o dos veces más y lamentó que no estuviera allí Luis Alberto Farías Barrera, el que lo trasladó desde Rawson a Neuquén, para luego ser trasladado al centro clandestino durante la noche.

En el centro clandestino escuchó voces de "hombres y mujeres" en noviembre de 1976; en tanto Juan Isidro López -que estuvo detenido en el mismo lugar y en la misma fecha- identificó al menos a dos mujeres en el lugar y a Pedro Justo Rodríguez, "perico" de Cinco Saltos. "Sabía que debía estar ahí Ledesma porque cuando me iban a llevar otra vez a la cárcel, me preguntaron vos sos López o Ledesma?, por eso presumo que Ledesma también estaba ahí", dijo.¿Porqué tanto dolor, tanta tortura, tanta cárcel: para saber dónde estaba un mimeógrafo, por eso había que sufrir tanto?, preguntó al Tribunal Ledesma durante su presentación. Dijo que nunca ocultó su condición de militante de la Juventud Universitaria Peronista, "sufrí la tortura, me llevaron a la cárcel y a un lugar clandestino sólo por pensar diferente", apuntó.