Martes 23 de Septiembre de 2008 Edicion impresa pag. 06 > Regionales
Falleció el ex legislador rionegrino Eduardo Chironi

VIEDMA (AV).- Fue la lucha más cruel de su vida. La enfrentó con entereza hasta último momento. El secuestro y la tortura habían templado hasta el límite de lo indescriptible su resistencia y entonces logró seguir caminando. Pero esta vez, a los 57 años, Eduardo "Bachi" Chironi no pudo más.

Enfrentó hasta sus últimas fuerzas el cáncer de pulmón que lo aquejaba, en el costado donde las huellas de las descargas eléctricas de la picana habían sido más profundas. Le hizo frente a cirugías y todo tipo de tratamientos siempre con la esperanza puesta en el mañana. Como tantos otros pacientes no le fue ajena la burocracia que suma laberintos en lugar de allanar caminos. Y a pesar de todo mantuvo la actitud solidaria.

Hubo momentos difíciles para mantener su tratamiento y no fueron pocas las veces en las que gestionaba soluciones para otros, paradójicamente vinculadas a destrabes por atenciones de salud.

Se mantuvo lúcido y agradecido por la permanente visita de sus amigos, esos hermanos que uno elige en la vida, la cuota de alegría que garantizaban sus nietos, el amor de Cristina, de su madre, de su padre que partió antes, de sus hijos y hermanos.

Más allá de su militancia y dirigencia en el PJ primero, en el Frepaso y Frente Grande después, de sus períodos como legislador provincial y su desempeño al frente del Comité Anti Impunidad de la provincia, "Bachi" será recordado siempre como defensor de los derechos humanos, una lucha que trasmitió de tal manera que sembró conciencia.

La semana pasada se excusó de concurrir a un debate organizado por el Colegio de Abogados de Roca. En la nota destacó el reconocimiento al juez neuquino Labate por la investigación llevada adelante en relación a los delitos de lesa humanidad cometidos durante la dictadura militar. Lamentablemente no pudo sentir lo mismo por el Tribunal de Bahía Blanca que hace años lleva la causa de "La Escuelita" de esa ciudad y donde le conoció la cara a la tortura y la indignidad.

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