El gobierno busca cambiar el ánimo de los inversores con anuncios que no terminan de generar plena confianza en el mercado.

Primero fue la recompra de bonos dada a conocer hace sólo un par de meses. La presidenta CFK salió a respaldar los títulos argentinos, pero poco fue el efecto logrado luego de su pobre participación en esta operación.

Posteriormente llegó el anunció sobre la cancelación total de la deuda al Club de París por 6.706 millones de dólares. La euforia de los invesores duró 24 horas. Lo que iba a cancelarse en días y de contado terminó por cerrase en cuotas y partir del 2009.

Y ahora, después de negarlo enfáticamente en varias oportunidades, se da a conocer una salida para los "holdouts" que no aceptaron el Canje del 2005, buscando el gobierno de esta manera reconciliarse definitivamente con el mercado internacional. La bolsa porteña -uno de los termómetros referentes de los inversores- tomó este mensaje en forma positiva aunque con el paso del tiempo el entusiasmo fue evaporándose. Es así que el Merval llegó a subir más del 5%, acompañando los anuncios de la presidenta en EE.UU., para terminar la jornada con un moderado incremento del 1,6%. Algo similar ocurrió cuando salió a la luz la cancelación de la deuda con el Club de París. El mercado continúa interpretando que este tipo de mensajes son más una necesidad que una virtud de la administración K en su relación con el mercado.

Muchos destacan que ésta es una nueva medida aislada, que busca desesperadamente lograr el acceso al mercado de deuda voluntaria para sostener las inconsistencias del presupuesto 2009. No es parte de un programa de mayores alcances para bajar la inflación, recomponer precios relativos, estimular la inversión interna y sostener el crecimiento.

Y esto también es lo que está mirando el mercado.

JAVIER LOJO

jlojo@rionegro.com.ar