Martes 23 de Septiembre de 2008 Edicion impresa pag. 19 > Municipales
LA SEMANA EN VIEDMA: ¿La espada y la pared?

El Concejo Deliberante dio sus primeras clases sobre hasta qué nivel de tolerancia se llega en la convivencia.

Los seis oficialistas y tres opositores tuvieron en sus carpetas de tratamiento legislativo la ampliación presupuestaria para este año. El fundamento del gobierno del intendente Jorge Ferreira para solicitar la revisión, es que gran parte de los 3,3 millones de pesos irán a sostener un aumento salarial.

La oposición hizo su primer lectura. Observó que los recursos financieros estaban, pero el gran interrogante que era si se hacía una asignación correcta.

Los números no le daban en ningún sentido para formalizar una huelga de brazos caídos. Estén en minoría y además los tres ediles tuvieron que reparar que, en el medio, se encontraba un sentido de justicia: atender el bolsillo de los agentes municipales. Así todo los opositores encendieron las luces amarillas cuando la mayoría oficialista impulsó un notorio incremento en los costos de obras de asfalto.

¿Por qué aumentarlos en forma abismal, cuando Viedma fue bendecido con cuatro millones de pesos del IPPV?, preguntaron desde el FpV. No hubo respuestas.

Encima, Ferreira no tiene una buena relación con el titular del IPPV, Vicente Pili. El lugar vacío que dejó en el acto del cincuentenario del organismo de viviendas generó más de un comentario adverso. En el círculo íntimo del municipio se relativizó su ausencia. Había compromisos de antemano, se justificó.

No estuvo junto a Pili aunque si recibió con alfombra roja al ex presidente Eduardo Duhalde. Mientras el bonaerense usaba el Torino color ladrillo para trasladarse entre Viedma y Patagones, el vehículo oficial; la más estrecha colaboradora en el área social, Sonia Lascano, del Movimiento Libres del Sur salió con los tapones de punta contra el ex presidente, denostando su figura.

Estos coletazos fueron materia de tratamiento en el gabinete municipal. Lo que se dejó trascender es que la alianza que gobierna el municipio (UCR, PPR o Libres del Sur) se sostiene con el respeto mutuo hacia cada matiz político. Siempre que no haya diferencias de criterios en las políticas municipales. Incluso, se abonó con otro ejemplo. Lascano se pronunció en favor de la presidenta en el conflicto con el campo. Ferreira estuvo en la vereda de enfrente.

Hasta ahora, el gobierno comunal viene demostrando que no está acorralado. El margen de maniobra en la agenda política pareciera manejarse a control remoto.

La sociedad y el espectro político mira cómo acontecen y le pone precio de ganga a los hechos políticos. Pese a las fricciones, aún no se desprende que quede atrapado entre la espada y la pared.

 

ENRIQUE CAMINO

rnredaccionviedma@yahoo.co.ar

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