Pese a ser el presidente más popular de la historia reciente de Brasil, el ex obrero Luiz Inácio Lula da Silva todavía no tiene un "heredero" para asegurar que el poder político se mantenga en manos de su Partido de los Trabajadores (PT) tras los comicios generales de 2010. Según un sondeo del Instituto Sensus, casi seis años después de asumir el gobierno, Lula disfruta de un índice de popularidad del 77,7% y su gobierno es aprobado por el 68,8% de los brasileños.

No obstante, la misma investigación revela que, si las elecciones presidenciales se realizaran hoy, los potenciales candidatos del PT quedarían últimos y ni siquiera se clasificarían a la segunda ronda, que sería ganada por la principal fuerza de oposición, el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) del ex presidente Fernando Henrique Cardoso.

El director del Instituto Sensus, Ricardo Guedes, advirtió sin embargo que aún es prematuro sacar conclusiones. Apuntó que los nombres barajados por el PT para ser candidatos a la sucesión de Lula -como el de la actual ministra jefa del Gabinete Civil de la Presidencia, Dilma Rousseff-, todavía son poco conocidos por los electores, y que el actual mandatario tendrá el gran poder de atraer votos para el candidato que apoye cuando empiece efectivamente la campaña electoral. Pero, al menos por ahora, no hay en el PT un "heredero" de la popularidad de Lula. La ministra Rousseff, claramente la preferida del mandatario, recibiría hoy sólo un 8,4% de los votos para presidente.

Si los comicios se realizaran hoy, el actual gobernador de Sao Paulo, José Serra, del PSDB, ganaría la primera vuelta con un 38,1% de los sufragios, y superaría también a cualquier rival en la segunda ronda. El actual favorito al puesto de adversario de Serra en el balotaje es el diputado federal Ciro Gomes, del Partido Socialista Brasileño (PSB), quien cosecha actualmente un 17,4% de las preferencias. La presidenta del ultraizquierdista Partido Socialismo y Libertad (PSOL), Heloisa Helena, recibiría un 9,9% de los votos.

Si el postulante del PT a la sucesión de Lula fuese otro, el resultado sería aún peor: la ex alcaldesa de Sao Paulo, Marta Suplicy, tiene hoy solamente un 5,9% de las preferencias, mientras que el actual ministro de Desarrollo Social, Patrus Ananías, recibiría sólo el 2,7% de los votos.

Según el Instituto Sensus, el PSDB aventaja ampliamente al PT en las simulaciones de una segunda ronda de las elecciones presidenciales: en una disputa directa con Rousseff, el socialdemócrata Serra recibiría el 51,4 por ciento de los votos frente al 15,7 por ciento de la ministra.

La encuesta revela, al mismo tiempo, que Lula sería hoy un candidato virtualmente imbatible, en caso de que pudiera disputar un tercer mandato: su nombre es espontáneamente mencionado como preferido por el 23,4 %de los electores, mientras que sólo un 6,7%nombra a Serra. No obstante, el propio presidente ha descartado tajantemente la hipótesis de proponer una enmienda constitucional al Congreso que le permita buscar un nuevo mandato en el gobierno.