BUENOS AIRES (Télam).- Uno de los guitarristas de Callejeros aseguró ayer que nunca se representó que se iba a producir el incendio en Cromañón y evitó atribuir responsabilidades sobre lo ocurrido al manager de la banda, Diego Argañaraz, y al ex gerenciador del local, Omar Chabán.
Se trata de Maximiliano Djerfy, quien perdió a cinco familiares en la tragedia y cuyo testimonio fue tan crudo que provocó que varios de los allegados a los 194 muertos que asisten al juicio se descompusieran y debieran ser atendidos fuera de la sala. "Si a mí se me hubiera representado algo de esto, me hubiera cortado las manos antes de ir a tocar y no hubiera llevado a mi familia", remarcó el músico, quien ayer se convirtió en el primer miembro de la banda en dar su versión de los hechos, en el juicio oral que se realiza por el incendio. Djerfy realizó un relato cronológico de lo que ocurrió la noche del 30 de diciembre de 2004 en el boliche de Once y lo primero que hizo fue pedir al Tribunal que pasara, sin audio, el video del momento previo a la tragedia.
Mientras algunos familiares salían de la sala para no ver las imágenes, el guitarrista marcó con un puntero electrónico el instante en que los fanáticos de Callejeros comenzaron a encender bengalas y candelas. "Yo me empecé a enojar porque habíamos pedido que no se tirara pirotecnia.
Empecé a putear. Eduardo (Vázquez, por el baterista) se empieza a enojar y le pega fuerte a los platillos de la batería. Vemos pasar la luz de una candela, ahí dejamos de tocar", explicó.
Contó que en ese momento el humo le impedía respirar, no veía más allá de la tercera fila de personas y que de repente empezaron a caer cosas del techo y a formar un humo negro en el piso. "Ahí, se armó un círculo de gente y empiezan a bailar, como un ritual, alrededor de lo que caía del techo. Pato (el cantante) se sube a la valla, salta y se tira para apagar el fuego. Después se cortó la luz", recordó.
Luego de salir por una puerta del camarín que daba al estacionamiento, Djerfy contó que volvió a entrar al local y empezó a sacar gente a la calle.
"Salían con desesperación en las caras... cada vez que volvía a entrar, se escuchaban explosiones y gritos de pánico. La gente gritaba de una manera que sólo lo había escuchado en una película", dijo el guitarrista.
En la parte más dramática de su relato, que estremeció a todos en la sala, Djerfy dijo: "Veo que el portón (por la puerta de emergencias) estaba cerrado. Se escuchaban golpes y se veían los dedos de la gente que salían por los costados. No lo podía creer. La gente golpeaba, golpeaba y golpeaba, hasta que en un momento no golpearon más".
El guitarrista acompañó su relato golpeando cada vez más despacio el escritorio en el que estaba sentado, simulando lo que hacía la gente esa noche, mientras los familiares se empezaban a descomponer y a salir de la sala. Mientras tanto, Chabán se agarraba la cabeza, y el resto de los imputados presentes en la sala lo escuchaban con atención: Raúl Villarreal, el ex comisario Miguel Ángel Belay y cuatro miembros de Callejeros.
"En ese momento, lo veo a Chabán y le empiezo a gritar '¡la llave del portón, la llave del portón! Tiene que haber una llave'.
Pero él estaba como desorientado, no sabía qué contestar, ni qué hacer", afirmó el músico, que se paró de la silla para hacer la mímica de una persona perdida.
Luego, agregó que en cierto momento comenzaron a llegar vecinos que traían agua para mojar a los jóvenes que estaban en la calle y que a los bomberos no le llegaba la manguera para empezar a apagar el incendio.
"Era una tragedia terrible, los padres gritaban los nombres de sus hijos. En un momento me tuve que ir a un bar de la vuelta para tranquilizarme y tirarme agua en la cabeza", dijo el guitarrista, quien luego relató en forma pormenorizada cómo fue hallando a cada uno de sus familiares muertos.
