LA PAZ.- El gobierno boliviano ratificó ayer su decisión de consagrar una nueva Constitución a pesar de la oposición, al afirmar que si bien escuchará a "la minorías y fuerzas regionales" éstas "no tienen derecho a veto", con lo que el diálogo vuelve a quedar comprometido.
El presidente Evo Morales, en tanto, viajó ayer a Nueva York, donde participará de la Asamblea General de las Naciones Unidas y de la cumbre de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), convocada por la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, para analizar la crisis institucional de Bolivia.
El vicepresidente Álvaro García Linera, recordó que el mandato del presidente Morales fue ratificado por el 67 por ciento de los votos, "por lo tanto tenemos el derecho de llevar adelante nuestro programa de gobierno", dijo.
"El gobierno llevará adelante un proyecto constitucional legalmente construido, legalmente aprobado y que representa la voluntad de todos los bolivianos", precisó en declaraciones a la prensa.
García Linera, citado por la agencia noticiosa italiana ANSA, sostuvo, ante el estancamiento del acuerdo con la oposición en el diálogo nacional, que el gobierno está dispuesto a "oír el pedido de las minorías, de las fuerzas regionales", pero aclaró que "las minorías y las fuerzas regionales no tienen ningún derecho a veto".
Presionan los campesinos
Mientras tanto, campesinos identificados con Evo Morales, aumentaron ayer el cerco a Santa Cruz de la Sierra para presionar al prefecto de esa región, Rubén Costas, la firma de un acuerdo con el gobierno para la próxima convocatoria a un referéndum aprobatorio de la nueva Constitución, ante la falta de resultados del diálogo de pacificación. "Estamos sitiados por cuatro lados. Pero los cruceños apostamos por la paz y recibiremos a los marchistas con los brazos abiertos", dijo el prefecto del departamento de Santa Cruz, Rubén Costas.
Sin embargo la tranquilidad y cautela del prefecto contrastaba con la preocupación de los habitantes de la ciudad más poblada de Bolivia (1,6 millones de habitantes), ubicada a más 800 kilómetros de La Paz.
Campesinos e indígenas afines al presidente Evo Morales iniciaron la semana pasada una marcha desde cuatro puntos diferentes que pretenden ingresar el miércoles a la Plaza 24 de Septiembre de Santa Cruz de la Sierra para reivindicar la unidad de Bolivia, defensa del actual modelo democrático y aprobación de la nueva Constitución.
(AFP y Télam)