Cuando faltan apenas tres días para que se abran los sobres de la licitación de alimentos para comedores escolares y familias pobres en Río Negro, sigue siendo un misterio dónde y cómo elaboran Flavors y Masily las materias primas de las mezclas que venden desde hace diez años al Estado provincial. Las firmas ya adelantaron su intención de presentarse nuevamente a la compulsa, de la que han sido únicos oferentes en las últimas ediciones, lo que incrementa la expectativa sobre qué sucederá en las próximas horas.

La defensora del Pueblo, Ana Piccinini, sumó un elemento trascendente: ella misma constató el viernes ante las autoridades sanitarias de Mendoza que Industrias J Matas SCA tiene allí vencidos todas las inscripciones de productos alimenticios. En algunos casos, hace más de dos años.

Además, fotografió la fábrica de los Matas en Guaymallén, según los vecinos paralizada desde hace meses y sin personal. De esto deduce que "no es allí donde se elaboran los deshidratados que mezclan en Conesa, y en cuyos rótulos dicen tener como lugar de origen Industrias J Matas SCA".

Tampoco se elaboran en San Luis, provincia que -se informó- aceptó la homologación de 30 productos para que pasen a ser elaborados por Flavors en Conesa, a través de la resolución 773 de Salud Pública de Río Negro. La controversia obedece a que allá los permisos eran de Masily, y que las autoridades rionegrinas no debieron aceptar su cambio a favor de Flavors sin habilitar previamente al establecimiento de Conesa en el RPE.

El problema no es menor, si se considera que al menos un producto -la salsa esfofada- ha sido considerado no apto para el consumo humano por tener tierra y pelos de rata o ratón, según un análisis del Instituto Nacional de Alimentos.

Las autoridades de Salud de los Alimentos de Mendoza consideraron tan grave la irregularidad de los rótulos exhibidos por la defensora del Pueblo -escritos a mano o señalando origen de productos en Egipto- que se comprometieron a pedir hoy mismo un "alerta nacional" al Instituto Nacional de Alimentos para impedir su comercialización.

La defensora del Pueblo adelantó que hoy hará conocer las conclusiones de sus gestiones al juez Pedro Funes, a la fiscal Daniela Zágari y al fiscal de Investigaciones Administrativas, entre otras autoridades de la provincia.

Los rótulos, según explicó a Piccinini la jefa del área mendocina de Alimentos, son "absolutamente irregulares, no responden a las normas vigentes y no pueden circular", en tanto que las bolsas tampoco serían las apropiadas para trasladar alimentos, afirmó Piccinini.

La inactividad de la planta de Industrias J Matas en Guaymallén, desde la que Jacques Matas aseguró a "Río Negro" que traen los vegetales deshidratados, surge de varias evidencias: por un lado, en la reciente inspección realizada por María Martos a pedido de Salud Pública de Mendoza, no pudo tomar muestras de productos, lo que sucede cuando no hay nada en proceso. Por otro lado, Piccinini constató que "no hay movimiento de vehículos, ni ruidos, ni empleados, ni maquinaria activa, ni humo ni vapores saliendo de las chimeneas". Y los vecinos "me dijeron que hace meses que no hay actividad, de lo que varios se alegraron porque recordaban los constantes problemas por desechos y efluentes que ocasionaban olores y problemas ambientales", añadió.

De hecho, todos los productos alimenticios que Industrias Matas tenía habilitados en Mendoza tienen su RNPA vencido. Dieciséis de ellos originaron un pedido de reinscripción por parte de la empresa, pero en agosto y setiembre, es decir después de que la defensora del Pueblo de Río Negro ya había denunciado a la firma por irregularidad empresarial y en sus productos.

Agregó que en Mendoza constató que "Colonia Suiza", que figura como proveedora de Flavors, integra también el grupo Matas, y que acaba de solicitar su habilitación como "depósito importador exportador".