La relación con los medios, fundamentalmente, los de Río Negro, es compleja, según el ministro. "Damos apoyo a programas para difundir los objetivos del plan estratégico", afirmó Contreras. Y agrega: "A mí me viven tirando del saco, es verdad. Con la mayoría, en función de lo que podemos hacer, tratamos de tener una buena relación, y esa buena relación implica solventar pequeños programitas o micros. Mucho chiquitaje, queremos llegar a toda la sociedad".

Admite que "a veces hay que contar con el chantaje, si no lo hacés estás expuesto a otra cosa". Y realiza una confesión: "¿Sabés qué alivio sería para mí la ley de publicidad oficial? Porque yo no tengo un manejo político afilado, mi mirada es técnica. Se analiza si hay o no difusión de los objetivos, por eso para mí es importante poder contar con el auxilio de la Secretaría de Medios que diga si vale la pena o no en función del beneficio. Ahora no voy a negar que las presiones son moneda corriente. En general lo piloteo sin que signifique erogación. Por ahí viene algún medio y me dicen o me das la pauta o "te mato". Y bueno, matame. Habrán sacudido dos semanas y se pasa porque en general son medios chiquititos".

"El rubro publicidad debe ser el tercer o cuarto rubro del presupuesto. Es significativo porque la gente mide la eficiencia del Ministerio en función de cuántas veces aparece en el diario, en la revista o en la radio. Ahora estamos gastando menos y tenemos 15 veces más presencia porque dispersamos en muchos medios", indica.

En la relación con la Secretaría de Medios, no niega la existencia de "tironeos, aunque nunca me han trabado propuestas. Sí me han dicho 'mirá que yo estoy poniendo en esto'. También a veces yo he utilizado parte de lo que paga esa Secretaría, porque hay pauta que se contrata, queda vacante yo descubro que queda vacante y la uso. Estonces viene Mozzoni y me dice que la tenía para el resto del año. Pero no hay tironeos importantes, porque además cuando le pido razonabilidad de precios se la pido de verdad, no por un formalismo y sé que en otros lugares hay montos mucho más grandes que se pagan".

"Ahora -sostiene- hay una larga lista de proveedores pero con montos mucho menores. En otras épocas el 90% iba para el diario El Viajero y era muy llamativo. Paulatinamente se fue disgregando. Acá no vas a encontrar una suma de 50.000 pesos", concluyó. (AV)