BUENOS AIRES.- La Iglesia Católica argentina se declaró satisfecha por la decisión del gobierno de designar al dirigente peronista Juan Pablo Cafiero como nuevo embajador ante el Vaticano.

"Los obispos están contentos con la decisión de la presidenta (Cristina Fernández de Kirchner)", dijo al diario Clarín el obispo Jorge Casaretto, presidente de la entidad humanitaria Cáritas.

Cafiero fue nombrado después de que el ex ministro de Justicia Alberto Iribarne renunciara en agosto pasado a esa postulación por la demora de la Santa Sede en otorgarle el plácet, situación que la prensa local atribuyó a su condición de católico divorciado en nueva unión.

El nuevo embajador es un abogado de 55 años, casado y padre de cuatro hijos, que integra el Partido Justicialista y fue ministro de Desarrollo Social del gobierno que encabezó el radical Fernando de la Rúa, que cayó en el estallido de la crisis de diciembre del 2001.

Su nombramiento contiene una curiosidad histórica porque ocupará el mismo cargo que su padre, el dirigente peronista Antonio Cafiero, se vio impedido de asumir en marzo de 1976, cuando el golpe de Estado derribó al gobierno constitucional que lo había designado.

La embajada argentina ante el Vaticano está actualmente comandada por el encargado de negocios, Hugo Gobbi.

Cafiero fue designado por el gobierno en reemplazo del ex ministro de Justicia Alberto Iribarne, quien no fue aceptado por El Vaticano por su condición de hombre divorciado. (DyN)