CLAUDIO RABINOVITCH
BUENOS AIRES (ABA) .- Los senadores nacionales kirchneristas, de las provincias de Río Negro y Neuquén, justificaron que se mantenga en manos del Poder Ejecutivo la facultad de modificar partidas del presupuesto nacional sin la aprobación del Congreso. Esta atribución, conocida como "superpoderes", habilita al jefe de Gabinete a cambiar de destino las asignaciones presupuestarias, por lo cual, recursos previstos para obra pública pueden ser atribuidos a otra finalidad, y viceversa.
Los superpoderes que eran transitorios tras la crisis del 2001, pasaron a ser permanentes -por el texto incluido en el 2006 en la ley de Administración Financiera-, pero varios sectores de la oposición anunciaron que presentarán proyectos de ley para derogarlos.
Para el titular de la bancada justicialista, Miguel Pichetto, dicha facultad especial es "una atribución contemplada en casi todas las legislaturas provinciales, inclusive en Río Negro".
En relación al argumento de la oposición acerca de que en el interior del país la alteración de las partidas permitida es muy reducida (de un 5%), Pichetto recordó que "no siempre ello ocurre", e insistió con el ejemplo de su provincia, "donde el gobernador no tendría como límite un porcentaje determinado". Pichetto también subrayó en defensa de los "superpoderes" (aunque se niega a denominarlo así) que tanto el actual gobierno de Cristina Fernández de Kirchner como el anterior realizaron una utiliza
ción "muy prudente" de tal herramienta.
Por su parte, la también justicialista María José Bonggiorno sostuvo que el Presupuesto "es casi un programa de gobierno, por ello la importancia de la flexibilidad que debe tener el gobierno para mover partidas presupuestarias".
Según Bonggiorno, el mecanismo en cuestión dota al gobierno de "una mayor capacidad de reacción frente a problemas que pudieran surgir y necesitan de una respuesta ágil y rápida". La senadora rionegrina acotó que "las atribuciones especiales se dieron en el marco de un momento sensible del país cuando la Argentina salía de la mayor crisis de la historia y que el proyecto fue avalado por el Congreso". "Este año -apuntó- habrá que analizar, una vez que sea girado de Diputados el proyecto, cual es la propuesta actual, y cada Senador en forma conjunta con su bloque, evaluar el tema".
En líneas generales, Bonggiorno señaló que "cierta concentración de poder en el Ejecutivo es un rasgo propio de Latinoamérica, no por falta de tradición democrática, sino en respuesta a la inestabilidad económica y las crisis recurrentes". Y en el caso puntual de los superpoderes podría dar "agilidad administrativa para casos como sostener Aerolíneas Argentinas y compensaciones a sectores agropecuarios".
Pero lo que para algunos puede ser una virtud, para otros es un aspecto crítico. Así el duhaldista, Jorge Sarghini, denunció que mediante los superpoderes se sacaron fondos de planes de vivienda para inyectarlos a dicha empresa aérea.
Al igual que Pichetto, la neuquina por el Frente para la Victoria, Nancy Parrilli, consideró que "se trata de atribuciones que tienen muchas provincias entre ellas Neuquén y hasta municipios como es el caso de San Martín de Los Andes".
"Es útil para actuar en situaciones de emergencia, como temporales o sequía, y está avalada por el Congreso Nacional", agregó Parrilli. Esta última rechazó la peligrosidad de la herramienta. "No hay desvío de recursos, ello sería malversación de fondos".
