MADRID (AFP) - Dos coches bombas estallaron en la noche del sábado al domingo en el País Vasco (norte) causando diez heridos, en dos acciones atribuidas a la organización separatista vasca ETA, que las autoridades locales han acusado de querer perpetrar una "matanza".
La primera explosión, que fue informado por este diario en su edición de ayer, tuvo lugar sobre la medianoche ante la sede de la caja de ahorros Caja Vital en Vitoria, sin causar heridos pero sí importantes daños materiales.
Sin embargo, en el segundo, se buscaba causar víctimas personales, según el gobierno regional vasco. Nadie llamó para avisar de la segunda explosión, ocurrida en Ondarroa (Vizcaya) sobre las 4:30 locales (11:30 de Argentina) ante una comisaría de la policía regional vasca. El atentado dejó un saldo de once heridos leves, seis de ellos policías, declaró un portavoz del Departamento vasco del Interior, que señaló que la explosión dejó daños materiales "bastante importantes" y que los autores de ese atentado trataron de que los agentes salieran a la calle antes de provocar la explosión. "Estacionaron el vehículo junto a un muro al lado de la comisaría, cerca de la puerta, salieron del coche y lanzaron cócteles molotov a la comisaría, para que salieran los policías. Después, hicieron estallar la bomba", refirió.
La acción fue atribuida a ETA. Es "una de las mayores barbaridades de los últimos tiempos" y pretendía "una masacre", afirmó el consejero (ministro regional) vasco de Interior, Javier Balza. El jefe del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, condenó los atentados asegurando que "el Estado de derecho no va a retroceder ni un milímetro" en su lucha contra ETA