SAN SEBASTIÁN, (DPA) - Woody Allen dejó muy en claro en San Sebastián que a sus 72 años no tiene la menor intención de retirarse y que seguirá haciendo una película al año como hasta ahora. Eso sí. El marco de sus historias siempre será una ciudad del Primer Mundo, según dijo en entrevista con un grupo reducido de periodistas.
"No soy un buen viajero. Viajo porque mi mujer quiere viajar. Y siempre que viajo tengo en cuenta si puedo vivir tres meses en ese país. Hay pocos lugares en los que puedo vivir durante un tiempo. Nueva York, París, Barcelona. Pero no podría nunca, por ejemplo, ir al desierto y hacer una película durante tres meses. No sé cómo lo hacen", afirmó.
De hecho, Allen ya tiene el compromiso de rodar otras tres películas con Mediapro, la productora española que cofinanció "Vicky Cristina Barcelona", que se presentó en la ciudad vasca, por lo que es muy probable que vuelva a rodar en España.
La historia, contada en tono de comedia romántica, se centra en dos turistas estadounidenses (Scarlett Johansson y Rebeca Hall) que llegan a Barcelona y conocen a un seductor pintor español (Javier Bardem). Las cosas se complican con la aparición de la ex mujer de éste (Penélope Cruz).
El director de clásicos como "Annie Hall", "Manhattan" y "Hannah y sus hermanas" aseguró que nunca escribe los guiones pensando en un actor concreto, con la excepción de Penélope Cruz. "Cuando se enteró de que rodaría una película en España, me llamó y me dijo que le gustaría estar en ella. Eso me hizo muy feliz y escribí el personaje pensando en ella. Me aseguré de escribir un papel que pudiera explotar su talento. No era consciente de lo talentosa que es hasta que ví la película de Pedro Almodóvar", dijo, en referencia a "Volver".
Allen cree que se puede hacer comedia sobre cualquier tema. "Siempre que lo hagas con un enfoque correcto y respetuoso. A veces la tragedia está muy fresca. Por ejemplo, después de los atentados del 11 de septiembre durante semanas no se podía hacer bromas con eso, porque la gente estaba muy triste. Pero después de un tiempo se puede hacer una comedia, siempre y cuando sea inteligente".
El realizador dijo que escribe indistintamente comedia o tragedia, según la idea que le venga a la cabeza y no dependiendo de su estado ánimo.
También aseguró que se imagina perfectamente rodar un drama en España. "En grandes ciudades como Barcelona o Madrid puedes hacer perfectamente grandes historias de intrigas y siniestras en España".
Cuando se le preguntó si nota una diferencia entre las películas que rodó en Estados Unidos y las que hizo en Europa, aseguró que personalmente no. "Pero es posible que las que ruede en Europa tengan otra sensibilidad de la que yo no me doy cuenta. Hago lo que siempre hago, pero sale distinto".
El cineasta neoyorquino
asegura que podría seguir rodando perfectamente en Estados Unidos. "Pero allí la gente que está encantada de darte dinero quiere estar involucrada y leer el guión y saber quiénes serán los actores. Y yo no quiero hacer eso. O sea que podría, pero no quiero".
A pesar de que es común entre los actores manifestar el deseo de trabajar con Woody Allen, el cineasta afirma que sólo lo hacen si su rodaje no coincide con el de otro director que les pague más. "Nosotros pagamos el mínimo que establece el sindicato. Es lógico que si a Scarlett Johansson o Sean Penn les ofrecen su caché habitual, elijan hacer otra película".
Allen afirmó que no le afectan las críticas a sus películas porque desde hace 35 años que no lee ni una palabra que se escriba sobre él. "Cuanto menos sepas de lo que dicen de ti, mejor. Si te dicen que eres tonto, puedes perder confianza en ti mismo. Si te dicen que eres un genio, te lo puedes creer". Tan disciplinado es con esta regla, que revisa los pósters de sus películas una y otra vez, pero una vez que le añaden citas de la prensa, no los vuelve a mirar nunca más. Es más, tampoco lee nada sobre lo que hicieron sus colegas. "Me leo entero el 'New York Times', pero desde hace 30 o 35 años que no leo la sección de espectáculos".
Del resto de secciones, sobre todo de política de su país, está perfectamente informado. Tanto que se atreve a decir que sería una "vergüenza y una humillación si (Barack) Obama no gana las elecciones" presidenciales en Estados Unidos.
"Sería terrible en muchos sentidos para Estados Unidos, porque él representaría un gran paso adelante después de ocho años de tanta catástrofe y deshonestidad de estos incompetentes. Sería terrible si el pueblo estadounidense prefiere más de lo mismo", afirmó.