SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La Comisión Nacional de Energía Atómica completó el proceso de reconversión de reactores de investigación exigido con el Departamento de Energía de Estado Unidos, con la colocación del "primer elemento combustible de bajo enriquecimiento" en el RA6, de esta ciudad.
El procedimiento se llevó a cabo el viernes en el Centro Atómico Bariloche, bajo la atenta mirada de la presidente de la CNEA, Norma Boero.
Desde la institución se destacó la concreción de "uno de sus compromisos más firmes: que en todas sus instalaciones se opere con uranio de bajo enriquecimiento".
El programa, enmarcado en el "Tratado de no proliferación nuclear", tomó estado público en febrero pasado cuando un matutino nacional difundió, con ribetes de denuncia, el retiro de 42 barras de "combustible nuclear gas
tado" del reactor RA6 con destino a los Estado Unidos.
En esa oportunidad la institución aclaró a "Río Negro" que el traslado del uranio de alto enriquecimiento se realizó bajo la auditoría del organismo Internacional de Energía Atómica. El material fue por vía terrestre hasta Buenos Aires y por mar hasta el centro atómico Savannah River, en Carolina del Sur (USA).
También se informó que el combustible, extraído dos meses antes de la publicación, fue provisto por los Estado Unidos "con la condición de que el país lo tenía que devolver".
Una operación similar se materializó en el Centro Atómico Ezeiza durante el 2000, cuando se retiraron 207 elementos gastados del reactor RA3. Todos estos trabajos se enmarcaron en los compromisos internacionales suscriptos por el país durante la última década.
Por otra parte, se informó que con la colocación del "primer elemento de bajo enriquecimiento" en el núcleo del RA6 la CNEA se materializó la tercera etapa del programa internacional "Reduced Enrichment for Research and Test Reactors".
El acuerdo suscripto con USA fijó tres objetivos principales: el traslado a ese país de los combustibles gastados de alto enriquecimiento, la fabricación en Argentina de los nuevos "elementos combustibles de bajo enriquecimiento" y su instalación en el reactor local.
El RA-6 es una instalación nuclear destinada a investigación y docencia, donde se desarrollan aplicaciones de medicina nuclear.
Argentina cuenta con la tecnología para enriquecer uranio en la planta de Pilcaniyeu, construida por Invap en los años '80 bajo contrato de la CNEA que mantiene su guarda y administración. El futuro de las instalaciones es un misterio, abonado por el desinterés general de la comunidad.
El complejo nunca entró en la etapa de producción porque, a partir de su desarrollo, el país pudo acceder a la compra del combustible enriquecido a un costo menor que el requerido para su fabricación.