El peronismo encontró ayer en Roca la imagen de organización y unidad que buscaba desde hace meses.
El Congreso partidario sesionó durante más de dos horas y pudo completar sin alteraciones el proceso de renovación de autoridades, iniciado en julio con las elecciones internas.
De todas maneras, la tranquilidad del mediodía no fue sencilla de garantizar. El presidente del PJ, Carlos Soria, debatió desde la noche del viernes hasta la 1.30 de ayer con el diputado Jorge Cejas, quien finalmente aceptó que el intendente de Campo Grande, Ariel Rivero, sea elegido como titular del máximo órgano partidario.
Cejas -que finalmente ocupará el lugar de congresal nacional previsto para Soria- defendió luego la "sana rebeldía" y aseguró que nunca expuso una aspiración personal sino la necesidad de tener desde el partido una mirada integral de la provincia.
Con ese acuerdo cerrado, las formalidades del Congreso fueron un trámite. En cuestión de minutos se aprobaron por unanimidad las designaciones de los diez miembros de la mesa de conducción del Congreso, los 12 congresales nacionales, los cuatro del Tribunal de Disciplina, los tres revisores de cuentas y los tres integrantes de la Junta Electoral, pasando luego a los discursos políticos.
La decisión de sesionar a puertas cerradas se cumplió a medias. Los militantes que llegaron con bombos y banderas fueron contenidos por Soria en un principio, pero a poco de iniciada la reunión eludieron los controles y llegaron hasta las puertas del quincho de Empleados de Comercio. No obstante, se mantuvieron en calma hasta el final.
Soria fue enfático en su reclamo para "dejar atrás las antinomias".
"Nuestra historia está cargada de antinomias y pueden repetirse si el peronismo no está unido, si no es solidario, si no nos organizamos y si no estamos al lado de nuestros compañeros", sostuvo.
Con varias menciones autocríticas, el intendente afirmó que "es muy importante saber todos los errores que cometimos para tratar de que otros que están en los gobiernos no los cometan".
"No fuimos capaces -ni nosotros ni los demás- de superar las antinomias y construir el país que nos merecemos. Tenemos una responsabilidad tremenda: saber lo que no tenemos que hacer. Ya sabemos lo que nos pasó cuando hicimos las cosas mal. Si aprendimos la lección, empecemos ahora a construir el futuro, el camino de lo que sí deberíamos hacer para llegar al gobierno", puntualizó. Ese cambio de postura fue reconocido por varios dirigentes, entre ellos por el dirigente allense Digno Diez, quien reclamó más apertura.
El Congreso también ratificó ayer la suspensión de una quincena de afiliados que ocupan cargos en el gobierno provincial o fueron candidatos de la Concertación el año pasado. No pasó inadvertido el gesto que significó la salida del legislador Daniel Cortés de la lista de sancionados.
"Yo quiero tener amigos. Los indeseables ya se fueron con los dueños de Flavors, con los que tienen los hospitales que se caen a pedazos, con los que manejan esta Justicia", gritó Soria antes de que un cerrado aplauso tapara su voz. (Redacción Central)