Sábado 20 de Septiembre de 2008 Edicion impresa pag. 04 > Nacionales
Ofensiva de Argentina y Venezuela contra Wilson
El ministro de Justicia lo trató de "mequetrefe" y exige su extradición. Fernández cuestionó la autonomía de los fiscales de Miami. Caracas ordenó detener a varios implicados en el "caso de la valija".

BUENOS AIRES (DyN/AP) - El ministro de Justicia, Aníbal Fernández, calificó ayer al venezolano Guido Antonini Wilson como un "mequetrefe de alquiler al que le pagan para que diga lo que dice", y volvió a reclamar su extradición desde los Estados Unidos para terminar "de una vez por todas con este verso" de que estuvo en la Casa Rosada.

Fernández insistió en desacreditar duramente a Antonini Wilson, quien, en grabaciones dadas a conocer por un tribunal de Miami, aseguró que la valija con 800 mil dólares que intentó pasar por la Aduana en agosto de 2007, en realidad, era del ex funcionario argentino Claudio Uberti.

Antes de presidir la reunión anual del Consejo de Seguridad Interior, en el hotel NH City de esta capital, el ministro renovó su pedido para que la justicia norteamericana conceda la extradición de Antonini a la Argentina.

"Que venga a decir todo lo que él quiera así de una vez por todas terminamos con este verso de que estuvo en la Casa Rosada y ese tipo de cosas", desafió Fernández e insistió: "Todo este verso se termina el día que venga y declare".

Por otra parte, el ministro reiteró sus críticas al juicio que se le sigue en Miami a Franklin Durán, el único de los cuatro acusados que no se declaró culpable de actuar como agente encubierto de Venezuela para presionar a Antonini Wilson.

Las presiones, según se investiga, iban dirigidas a ocultar que los 800 mil dólares presuntamente procedían de Venezuela y tenían como destino la campaña electoral de la entonces candidata Cristina Fernández de Kirchner".

"El sistema (norte)americano de justicia que es el que ellos eligieron, y son soberanos como para resolverlo de esa manera, en estos temas no es precisamente el que a nosotros nos satisface", descalificó Fernández, y añadió que "los fiscales en Estados Unidos son elegidos a dedo".

Luego, insistió en apuntar a Antonini, a quien el Gobierno nacional considera un "delincuente".

"Leí una nota de Andrés Cisneros, que fue vicecanciller de (el fallecido canciller Guido) Di Tella, que me pareció bárbara: decía que Antonini Wilson es un mequetrefe de alquiler que seguramente ha mentido toda su vida", resaltó. En esta línea, disparó: "Y me pareció toda una definición: es un mequetrefe de alquiler al cual le han pagado para que diga lo que dice".

"Nosotros tenemos una causa abierta por el intento de ingresar ese dinero, primero se abrió como contrabando, después como lavado (de dinero) y muchos dicen: 'no, la cambiaron como lavado porque eso permite que fuera excarcelable'", comentó Fernández.

"No -prosiguió-, porque si el lavado es por tráfico de estupefacientes no sería excarcelable, entonces estamos aspirando a que esa presentación oportuna de la Argentina pidiendo la extradición se conceda. (Antonini) tiene que explicar qué quiso hacer con ese dinero y demostrarlo", concluyó.

En Venezuela también hubo reacciones frente al juicio de Miami. La fiscal general venezolana, Luisa Ortega Díaz, informó ayer que la justicia libró órdenes de detención contra Moisés Maiónica y Carlos Kauffman, dos de los empresarios que se declararon culpables a cambio de una reducción de sus penas en Estados Unidos.

En tanto, Maiónica reconoció ayer que se reunió en diciembre del 2007 en su oficina de Caracas con el entonces embajador de Venezuela en Bolivia y su colega Franklin Durán para conversar sobre el envío de equipos a Bolivia. No aclaró, sin embargo, de qué tipo de suministros hablaron ni identificó por nombre al entonces embajador de Venezuela en Bolivia, Julio Montes, quien trabajó como diplomático en Cuba antes de trasladarse a La Paz.

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