Sábado 20 de Septiembre de 2008 Edicion impresa pag. 08 > Nacionales
"Argentina no soporta a estos intolerantes"
El gobierno nacional repudió el ataque al ex gobernador bonaerense. Oficialmente, la UNC dijo que fueron "prácticas del pasado".

El gobierno nacional, a través del ministro de Justicia, Aníbal Fernández, y dirigentes del oficialismo y la oposición, expresaron ayer su solidaridad con el diputado Felipe Solá, quien fue agredido en Neuquén por manifestantes que lo responsabilizaron por la desaparición del testigo Julio López cuando era gobernador de Buenos Aires.

El ministro de Justicia advirtió que "la Argentina no soporta a este tipo de intolerantes" y aseguró que "hay filmaciones" a partir de las cuales "se pueden identificar" a los atacantes. Luego sostuvo que en contra de lo que piensan "algunos funcionarios que lo consideran muerto", él se levanta todos los días "creyendo que vamos a encontrar" a López.

Solá fue agredido el jueves y debió suspender una exposición que tenía previsto dar en la Universidad Nacional del Comahue. El propio diputado se lamentó ayer por "haber hecho tantos kilómetros" para encontrarse con "una patota que vino a agredir y me impidió que charlara con la gente que me había invitado".

"Nunca rehuí ninguna responsabilidad como gobernador pero me encontré con una violencia desconocida", afirmó Solá, quien evitó realizar cualquier especulación acerca del origen de las 30 ó 40 personas que lo agredieron.

Cabe recordar que al ex gobernador le arrojaron huevos, tierra y lanzaron escupitajos portaban carteles que lo calificaban de "asesino" y le recriminaban por la desaparición de Julio López. Luego de ser agredido e insultado durante varios minutos, el legislador nacional reaccionó contra uno de los militantes de la agrupación HIJOS, pero sólo logró que el ataque se intensificara, con más escupitajos y golpes a él y al auto en el que se retiraba.

Solá también recibió ayer el respaldo del presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Fellner (FpV) y del diputado del PJ disidente Francisco de Narváez.

Por su parte, la vicerrectora de la Universidad Nacional del Comahue, Teresa Vega, manifestó ayer su repudio, personal e institucional a las agresiones.

"En nombre de la universidad, repudiamos este tipo de actos, los repudiamos por extemporáneos, porque no se condicen con la vida democrática", dijo Vega ayer al mediodía, ya que al momento de la agresión, el jueves por la noche, no estaba en Neuquén.

Vega indicó que "la violencia física o verbal contra el otro, en cualquier tipo de diferencia, son prácticas del pasado. La universidad, como su nombre lo dice, es un espacio universal donde se invita al debate de las diferencias, pero nunca este tipo de actos". También anticipó que habrá medidas institucionales para evitar las agresiones en futuros actos. Dijo además sentirse "invadida", ya que la "universidad pública no es un espacio de nadie, es un espacio organizado que tiene sus códigos, en el que para organizar algún tipo de acto hay que pedir permiso". (DyN / AN)

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