El gobierno nacional dispuso un aumento de entre 10% y 30% en el precio del gas que consume la clase media y alta del país, el primero en 7 años, para financiar un plan de inversiones, eliminar subsidios del presupuesto y financiar el precio de la garrafa social acordado tiempo atrás con las cámaras empresarias (16 pesos). El incremento -que alcanza a más de 3.000.000 de hogares, el comercio y la industria- no beneficia a los sectores pobres de Neuquén y Río Negro porque en la zona el gas envasado contiene propano y no butano, que es el combustible que entró en el acuerdo entre la administración central y las compañías.
También subirá un 10% el gas natural comprimido (GNC).
La llamada "garrafa social" de 10 kilos se consigue en la zona a precios superiores a los 26 pesos. En Neuquén funciona además un subsidio al consumo mediante bonos que, con 1,5 peso más, se canjean por una garrafa.
El aumento mejora los ingresos por regalías de gas de Neuquén y de Río Negro.
La medida fue anunciada por el ministro de Planificación Federal Julio De Vido en una conferencia de prensa, regirá desde el primero de septiembre y oscilará entre el 10% y el 30%, según el nivel de demanda.
El ente regulador del gas dictó una resolución que crea nuevos segmentos dentro de las tarifas residenciales para que queden ocho tramos. En la zona quedarán fuera del aumento los hogares de Neuquén y el Alto Valle que tengan consumos anuales menores de 2.250 metros cúbicos; los de la zona cordillerana con demandas que no superen los 3.150 metros cúbicos; y aquellas viviendas de la costa atlántica rionegrina de menos de 2.300 metros cúbicos por año. En todos los casos, tomando como referencia los registros del 2007.
En Neuquén en promedio los hogares consumieron el año pasado 3.400 metros cúbicos cada uno.
Las subas comenzaron a aplicarse el primero de septiembre; en el caso del GNC, será desde el 1 de octubre. Los pequeños comercios e industrias ya tienen una tarifa un 10% mayor; y las grandes fábricas, de entre 10% y 15%. Subdistribuidoras como Hidenesa o la que opera en la Línea Sur pagarán un 4% más para que puedan aplicar sus propias mejoras.
De Vido estimó que de los hogares que poseen servicio de gas por redes, 52% -quedarán fuera del aumento. El gas envasado es el combustible que usan los 3.000.000 de hogares más pobres del país, según dijo el ministro. Había un acuerdo para que costara 16 pesos la garrafa (en la zona vale hasta 33); ahora este esquema permite financiarlo.
Pero el acuerdo con las cámaras empresarias es por el gas butano y en Neuquén y Río Negro se comercializa el propano envasado, que es mucho más caro, lo que será materia de discusión con el gobierno en los próximos dos meses. Sostuvo que un nuevo esquema de precios más distributivo ha sido uno de los "desvelos de la señora presidenta" Cristina Fernández de Kirchner, ya que actualmente los sectores más acomodados son los que pagan el gas más barato. El aumento de tarifas también busca controlar el gasto público para evitar un deterioro del superávit primario, clave para el pago de la deuda pública. El gobierno destina unos 10.000 millones de dólares anuales en subsidios; un tercio está dirigidos a paliar la crisis energética que vive el país y que en su mayoría se destinan a la importación de gas de Bolivia y fuel oil de Venezuela.
Destacó el ministro que los hogares de consumos medios son alrededor del 32% y el 16% restante es de altos consumos.
Se financiarán obras por 3.000 millones de pesos que tendrá como objetivo facilitar el acceso al servicio de gas natural, reemplazar redes y brindar más seguridad en las instalaciones, y colocar medidores residenciales.
(AP, Télam y AN)