La situación vivida por Felipe Solá fue analizada ayer por el periodista Orlando Barone, en su habitual "Carta Abierta" para el programa de Víctor Hugo Morales, en radio Continental.
"¿Qué les pasa a los matones contra Felipe Solá?" fue el título de la carta del reconocido periodista, escritor y docente universitario, que a través de su fino estilo puso de manifiesto que la actitud de la Agrupación HIJOS poco tiene que ver con la eficiente defensa de los derechos humanos. Esto dijo:
"Medio centenar de manifestantes, en Neuquén, agredieron a Felipe Solá. Cincuenta contra uno es una cobardía. Es matonismo sea de izquierda o de derecha. Sea de la agrupación 'Hijos', 'Primos' o de la agrupación ' Represores'. Y justificar la agresión usando el argumento de reivindicación del desaparecido Julio López, es traicionar el motivo. López no se merece- esté vivo o muerto- que se emplee el vandalismo hacia nadie. Y menos en una etapa en que si hay algo que ha sido reivindicado son los Derechos Humanos; lo que provoca la solapada reacción de quienes no quieren ser juzgados. Por eso es necio defender esos Derechos Humanos ofreciéndoles argumentos justamente a quienes los atacan. Así como es torcido pensar que Felipe Solá -un político de la democracia, cuyos aciertos y errores se juzgan en las urnas y dentro de las leyes y no en el atropello- sea elegido como chivo expiatorio en el desgraciado destino del testigo en la causa de Etchecolatz. Cuando animados por el desquite, grupos o familiares de una víctima (sea López o cualquier otra) se lanzan en nombre de esta, a agredir a quien presumen o decretan responsable o culpable, están denigrando a quien supuestamente quieren reivindicar o defender. ¿Qué les pasa a algunos individuos que si no se exponen rabiosos creen que no militan con eficacia? ¿Qué les pasa cuando escupen, pegan o arrojan basura y piedras desde el montón a un funcionario o a un político amparándose en el número, en el anonimato, y en la paciente generosidad del sistema en el que viven?
''Los grandes protagonistas de la historia de la víctimas se resistieron desde la paz, desde la ideología y desde la convicción: Gandhi o Mandela; o Luther King. También aquí las madres y las abuelas de Plaza de Mayo. No salen a patotear, ni siquiera a los criminales: los hacen buscar por la Justicia. No alborotan ni acechan en la entrada de las salas de los tribunales mostrando sed de linchamientos y causando escándalos mediáticos. Y si la burocracia desatiende o mira hacia otro lado, la despabilan y despiertan con razones. Nadie imagina que a López lo hizo desaparecer el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, el Gobierno Nacional o la Justicia que tramitaba el juicio.
''La agresión rabiosa hacia Felipe Solá, aunque es una anécdota de la intolerancia, debería hacer coincidir el desagravio en su favor. Y aún cuando el agredido no fuera el respetable Solá, y fuera cualquier otro.
La sociedad -como todas- tiene sus deformaciones. Pero una de las peores, es verse deformada por la cobardía de cualquier minoría matona. Aunque proclame militar para los buenos".