COCHABAMBA.- El gobierno de Bolivia, en el segundo día del diálogo nacional, propuso aprobar la nueva Constitución y "garantizar" las autonomías departamentales modificando ese capítulo de su texto, lo que fue rechazado por la oposición, que advirtió que la presión social hace "frágil" la negociación.
Tras 17 horas de discusión en el primer día del diálogo nacional, el gobierno ofertó, según el vocero presidencial Iván Canelas, "garantizar" la autonomía departamental (provincial) a través de una mejora de ese capítulo de la nueva Constitución.
El gobierno recomendó también a los prefectos (gobernadores) de la oposición, la elección democrática de subprefectos y consejeros departamentales (legisladores provinciales) "para profundizar el proceso de descentralización y de autonomía".
La propuesta fue rechazada por los prefectos, según esas mismas fuentes, y pidieron que "se revise todo el contenido de la nueva Constitución, no sólo el capítulo de las autonomías".
En tanto, los movimientos sociales afines al gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) aumentaron la presión sobre Cochabamba, sede de las deliberaciones, donde cientos de mineros marcharon arrojando "cachorros" (pequeños cartuchos) de dinamita.
El presidente de la Coordinadora Nacional para el Cambio (Conalcam), Fidel Surco -organización que agrupa a los movimientos sociales del oficialismo- afirmó que están en Cochabamba para "impedir que se realicen cambios" a la nueva Carta Magna.
Por su parte, el prefecto de Tarija, Mario Cossío, aseguró que el diálogo con el gobierno "está muy frágil" y calificó de "muy mala señal" la movilización de mineros alrededor de la sede de las deliberaciones.
"Le pido al Gobierno que no mueva gente, que nos deje dialogar", concluyó. (AFP)