Viernes 19 de Septiembre de 2008 Edicion impresa pag. 25 > Municipales
Una toma tuvo un barrio en vilo durante cinco horas
Cortaron la única calle de acceso a un sector de Confluencia Rural

NEUQUÉN (AN)- Durante cinco horas familias de Confluencia Rural no pudieron entrar ni salir de sus casas porque ocupantes ilegales vallaron la única calle de acceso al barrio, en protesta por la medida judicial que ordenó a la Policía no dejarlos ingresar al terreno usurpado. Los efectivos no pudieron contener a los intrusos, que quemaron neumáticos y se adueñaron de la situación, hasta que a las 22 abandonaron el lugar luego de que un grupo de delegados regresara de una reunión con autoridades municipales.

Pero debido a la fuertísima tensión social que generó el hecho, los residentes del barrio convocaron al ministro de Justicia César Pérez, al intendente Martín Farizano, al jefe de la Policía Juan Carlos Lepén y a concejales a un encuentro programado para las 14 de hoy, en la Sala de Situación del municipio.

Los actores del encuentro secreto que destrabó el sitio fueron los subsecretarios Carlos Di Camillo (Vivienda) y Fabricio Torrealday (Legal) y cuatro delegados de la toma, cuyos nombres no trascendieron.

No hubo información oficial sobre el contenido de la reunión. De acuerdo a versiones, los funcionarios pidieron a los delegados que se retiraran del lugar, informaron que deben anotarse en el registro municipal y que "se tratará" de dar solución si cumplen con los requisitos.

Di Camillo habría advertido que tendrán prioridad las familias que se inscribieron antes y que en Confluencia está previsto realizar un loteo social, pero sin capacidad para tantas personas.

Los ocupantes insistieron en que se debía desafectar un espacio verde, pero esta moción no fue aceptada.

Durante el tiempo que duró el sitio, las familias fueron rehenes de los ocupantes pues no podían salir los que estaban en sus casas ni entrar los que regresaban de sus trabajos o de las escuelas con sus hijos. Una mujer con tres niños no pudo contener el llanto de impotencia porque no tenía nada para darle a sus pequeños, ni leche ni pañales. El único concejal que concurrió al lugar fue Marcelo Bermúdez (Recrear).

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