Desde el sábado último, un nuevo satélite transita por el espacio, el GeoEye-1. Su misión es proveer de las imágenes comerciales de mayor resolución del mercado a diversas empresas y organismos, entre ellas Google, que utilizará las fotografías para mejorar su servicio Google Earth.
GeoEye-1 enviará imágenes con una resolución que alcanza los 0,45 metros en blanco y negro y los 1,65 metros en color. El satélite orbitará alrededor de la Tierra a más de 680 kilómetros de altura a una velocidad de siete kilómetros por segundo.
Medios como éste explican que Google haya conseguido fotografiar en detalle todo el planeta, casi 150 millones de kilómetros cuadrados. En algunos casos, su detallismo sembró la alarma entre los vigilantes del derecho a la intimidad en lugares públicos.
Google también echó mano de docenas de agencias cartográficas en todo el mundo.
Basta con fijarse en los créditos que aparecen en la propia foto. Muchas llevan la atribución "Image NASA" .
El recién lanzado GeoEye-1 es el satélite fotográfico civil más avanzado. Tanto, que empieza a aproximarse a la calidad que ofrecen los satélites espía militares. Sus cámaras tienen una resolución de 40 centímetros en blanco y negro y poco más de un metro y medio en color. Pero, por limitaciones legales, no ofrecerá al público imágenes de menos de medio metro.
Hay quien teme que estos satélites constituyan una amenaza para la privacidad. Todavía no; con 50 centímetros de resolución es imposible identificar una persona en concreto. Aunque sí puede localizarse un vehículo y muchos detalles del tejado de cualquier edificio.
Además, la máxima calidad sólo se consigue en días extraordinariamente claros y sin nubes. Éstas -y la noche- son el peor enemigo de un satélite de observación. De cualquier modo, no deja de ser por lo menos inquietante.
(El País/Agencias)