ROCA (AR).- La situación del juez Pablo Iribarren volvió a ser tema de debate ayer en los tribunales de Roca, luego de que el magistrado solicitara una licencia de 10 días por problemas de salud, a pesar de que el lunes fue suspendido en su actividad por 60 días.
El pedido obligó a convocar a una reunión de los tres camaristas que integran la Superintendencia de la Segunda Circunscripción del Poder Judicial, quienes finalmente dictaron una resolución que terminó por ratificar la sentencia del Consejo de la Magistratura.
Ayer llamó la atención la presencia de Iribarren en el edificio de tribunales, y hasta los propios trabajadores del Juzgado de Instrucción 12 se sorprendieron cuando lo vieron entrar.
Es que para la mayoría, los plazos de su suspensión habían comenzado a correr desde el mismo lunes a la noche, cuando fue notificado por el presidente del Consejo de la Magistratura, Alberto Balladini, sobre la sanción que le fue impuesta por su "mal desempeño" en el caso Paita.
Según las fuentes judiciales consultadas ayer por este diario, el magistrado elevó a la Superintendencia -en Viedma- un certificado médico, requiriendo una licencia de diez días por enfermedad.
A partir de ese momento surgieron innumerables interrogantes que fueron tema de análisis entre funcionarios y jueces, que comenzaron a girar en torno a la posibilidad de que el suspendido juez pueda seguir en sus funciones hasta tanto la resolución del Consejo de la Magistratura estuviese firme.
Pero luego de varias idas y vueltas, Iribarren se dio por notificado y después de recibir varias muestras de apoyo del personal de tribunales, dejó sus funciones y se fue a su casa.
Por la tarde, el pedido de licencia del Iribarren ni siquiera llegó a ser analizado, ya que los tres magistrados de la Superintendencia (Aldo Rolando, Carlos Gauna Kroegger y Juan Rotter) decidieron que los jueces Rubén Norry y Emilio Stadler se harían cargo de la subrogancia del juzgado de Instrucción 12 y del Juzgado 10, que estaban en manos del suspendido magistrado, hasta tanto se cumplan los dos meses de suspensión.
Por esta razón, el pedido de licencia fue dejado de lado ya que para los camaristas, la sanción se encuentra en plena vigencia.
Iribarren concurrió el lunes, pasadas las 22, a escuchar la lectura de la sentencia y junto con su defensor se notificó de la resolución dictada por los consejeros.