BUENOS AIRES (DyN).- Organizaciones de derechos humanos, políticas, gremiales y estudiantiles marcharon ayer en distintas ciudades del país para reclamar la aparición con vida de Jorge Julio López. La familia del testigo desaparecido aseveró que el gobierno debe "ser responsable y hacer todo lo posible" para esclarecer el hecho y lamentó que la presidenta Cristina Kirchner no se haya comunicado con ellos.
En el marco de estas manifestaciones, en Neuquén se produjo una agresión al diputado y ex gobernador de Buenos Aires, Felipe Solá, quien recibió golpes de puño cuando se disponía a ofrecer una charla en la sede de la Universidad Nacional del Comahue.
En la Capital Federal, con banderas y pancartas, las columnas fueron desde Congreso hasta Plaza de Mayo donde denunciaron que "la desaparición de Julio es la representación más brutal de la impunidad", así como la amenaza a los testigos en causas de derechos humanos "y a los luchadores populares".
En La Plata los manifestantes taparon sus bocas con cintas negras y caminaron escuchando los dichos judiciales de López ante la Justicia, donde denunció los vejámenes que sufrió en los centros clandestinos que comandó el represor Miguel Etchecolatz, cuya condena iba a dictarse cuando desapareció el testigo que era querellante.
El gobernador bonaerense, Daniel Scioli, ratificó su voluntad de hacer esfuerzos para dar con el paradero de López y habló por teléfono con su esposa. Remarcó "nuestro mayor compromiso para dar con el paradero de Jorge Julio López y también el de poner todos los esfuerzos de todas las áreas de gobierno".
Rubén López, hijo del albañil, cuestionó a los gobernantes. E Irene, esposa del testigo, expresó "esperanzas" de hallarlo vivo, pero recordó que "ya pasó mucho tiempo" como para que se dé esa posibilidad.
"Yo sólo sé que ya no está", dijo por radio. López hijo aseveró que "en estos días no hubo" comunicación con la presidenta de la Nación y advirtió que "un gesto a la familia" de parte de la mandataria "nos hubiera sido útil". Además sostuvo que "a mi viejo lo busco con vida y ojalá lo encuentre con vida; si así no fuera, sería terminar un ciclo y empezar otro, terminar el duelo y encontrar a los culpables".
Sobre la actitud del gobierno nacional, aseveró que "por una cuestión moral y ética el gobierno tiene que ser responsable y hacer todo lo posible" para esclarecer el caso. Así, advirtió que "a partir de sus gobiernos (de la era Kirchner) se promovieron estos juicios (contra represores), pero mi viejo luchó 30 años para que eso se llevara a cabo. Son responsables y tienen que hacerse cargo para que se clarifique".
López agradeció a la gente y aclaró que "puede sonar raro que nunca participamos (de marchas) pero es postura de la familia".
En La Plata, Nilda Eloy, la otra querellante y testigo en la causa de Etchecolatz junto a López, acusó al gobierno de "haber tenido una voluntad política manifiesta de tapar todo este episodio o intentar convertirlo en otra cosa". Se debería "haber investigado a todos los que mencionó Jorge en su declaración; hubo una ineptitud manifiesta", dijo.
Desde la Comisión por la Memoria expresaron "no tendremos la certeza de transitar hacia un futuro mejor si no logramos su pleno esclarecimiento".
El misterio persiste desde el 18 de setiembre de 2006 cuando López desapareció al salir de su casa. Pretendía escuchar los alegatos contra el ex director de Investigaciones de la Policía Bonaerense que había comandado su secuestro en 1976, por su militancia en una unidad básica que respondía a Montoneros. En dos años hubo ofrecimientos oficiales de recompensa y hasta allanamientos a la cárcel de Marcos Paz donde están presos Etchecolatz y otros represores, pero sin resultados positivos.