El hombre deambula por la cancha principal en soledad, pensativo, ensimismado. Lleva lentes oscuras, casi tanto como su piel. Su figura es indisimulable, igualito al de la tevé.
El brasileño Carlos Bernardes, como en la semifinal perdida ante Eslovaquia, por un categórico 4-1 en el 2005, será el árbitro del choque entre argentinos y rusos. Al umpire, que ya dirigió más de 3.000 partidos de ATP y superó las 30 serie de Copa Davis, no le preocupa el clima que pueda haber hoy en el Parque Roca. "El público argentino es muy respetuoso y, a diferencia de lo que sucede en otros países sudamericanos, sabe de tenis. Por eso estoy tranquilo", aclaró.
-¿Qué factores juegan en este caso?
-Por sobre todas las cosas, que el jugador rival sea respetuoso. Creo que la exclusión de (Marat) Safín ayudará, por su personalidad. Igual, yo lo dirigí en Chile y se portó muy bien.
-¿Cree que para el público puede jugar su nacionalidad?
-No, acá me conocen, nunca tuve problemas. La gente aquí me trata con mucho cariño. (SB)