BUENOS AIRES (Sebastián Busader, Enviado especial).- El interminable cuerpo de Juan Martín del Potro consigue escapar de los micrófonos y, de prisa, intenta escabullirse en una de las oficinas. Antes, entre intrépido y caradura, un estudiantes de periodismo le sale al cruce, con gesto de pronta resignación. El Obelisco de Tandil sonríe, lo palmea y contesta la pregunta con un "no te preocupes, Argentina pasa a la final". El muchacho aprieta fuerte el grabador, como un tesoro, y sale victorioso del lugar. La frase de JM flota en el ambiente, deliciosa como toda promesa.
Argentina está confiada para la serie semifinal de Davis que hoy, a partir de las 11, comenzará en la cancha central del Parque Roca con el match entre David Nalbandian e Igor Andreev. Luego, debutará en casa Del Potro ante el pétreo Davydenko.
Pero esta vez no es como las últimas, y el choque con Rusia parece ser tan cerrado como imprevisible. Lo dicen los jugadores, lo aclaran los dirigentes, lo confirman los especialistas. A escasas horas del enfrentamiento, pocos auguran un triunfo cómodo de los locales, como se ha dado en los últimos seis años. Argentina está invicta en el país hace una década, y en las siete series anteriores la diferencia que marcó fue abismal (ganó cinco sin perder un partidos, y dos 4-1). El último que le hizo fuerza aquí fue Croacia, pero no le alcanzó en el 2002 con forzar un quinto juego.
"Nosotros siempre hicimos mucha diferencia en polvo de ladrillo, pero con Rusia será diferente, ellos tienen experiencia en esta superficie". Nalbandian mira fijo y pocas veces sonríe. Sabe lo que genera, es el dueño de la presión. "La verdad es que con Andreev no jugué nunca, sólo entrenamos juntos un par de veces. Será difícil porque primero debo adaptarme a su juego, entender lo que hace en la cancha para encontrar sus debilidades. ¿Lo bueno del sorteo? Que si gano puedo darle más tranquilidad a Juan Martín", dijo paternal el cordobés después de saber que abriría la jornada.
"Delpo" y Alberto Mancini dijeron que les daba "lo mismo" el orden de los partidos, pero uno de los colaboradores de "Luli" no está tan de acuerdo. "Es mejor que juegue David de entrada, eso tranquilizará a Juan Martín y bajará un poco la ansiedad de la gente", aclara el calvo DT enfundado en pilcha albiceleste.
Algunos especialistas creen que la clave de la serie pasará por el temperamento y temple del gigante de los 23 partidos invictos. Desde su metro noventa y ocho baja la mirada y confiesa que seguramente sentirá "presión por el debut de local en la Copa", pero insiste con que "eso es lo lindo de la Davis. El secreto será que todo lo que puede generar la gente de afuera se vuelva a mi favor".
Guillermo Salatino escucha la conferencia sin hacer una mueca. Está enojado con la organización por algunos desajustes, sobre todo por las licencias que goza un notero que anda de gafas negras y 'zumba' como una mosca. "Te digo la verdad, esta vez sí que será cerrada la serie, creo que ganará Argentina. De Nalbandian ya sabemos lo que puede dar y yo le tengo muchísima fe a Del Potro. Creo que es el mejor jugador actual de nuestro país. Habrá que ver si se banca la presión del estadio".
Unos metros más allá, Ricardo Cleitman le hace una pregunta en un "aceptable ruso" (según él mismo) a Davydenko, que sigue momificado. Él es un periodista argentino que trabaja para varios medios de Moscú. "Me parece que ganará Argentina, aunque dependerá mucho de cómo se levanten tanto Nalbandian como Del Potro. El dobles será peleadísimo, y para este partido no tengo un pronóstico. Lo que sí te digo es que el vencedor de esta serie, será el campeón de la David, no tengo dudas".
La gran pregunta de todos es qué sucederá con el doble. Hasta aquí, mañana a las 12 está previsto que sea Agustín Calleri-Guillermo Cañas vs. el simpático Dmitry Tursunov-Igor Kunitsyn, semifinalistas de Roland Garros.
Mancini, siempre serio y distante, volvió a repetir lo del martes: "Por ahora juegan ellos dos (el "Gordo" y "Willy"), pero todo dependerá del resultado de mañana (hoy) para ver si hacemos variantes". Según su colaborador, lo ideal para "Luli" es no desgastar a Nalbandian que, aunque se ve en muy buen nivel, viene de acarrear dolencias físicas. David deberá entrar en acción sin más remedio con un 0-2 en la jornada 1, pero no es la única variable. Todos se preguntan (el mismo "Salata" lo hacía ayer) qué sucederá en caso de que hoy termine 1-1 o si el cordobés juega un maratónica partido a cinco sets con Andreev.
"Veremos si arriesgo jugando el dobles. Eso lo tendremos que analizar con "Luli" y mis compañeros después de los dos primeros singles", aclaró el as de espada. Ahora sólo resta que el Parque Roca comience a rugir.