Jueves 18 de Septiembre de 2008 Edicion impresa pag. 24 > Internacionales
Tzipi Livni, rumbo a convertirse en la mujer más poderosa de Israel

JERUSALÉN.- La ministra de Relaciones Exteriores israelí, Tzipi Livni, tomará las riendas de su partido Kadima en sustitución del primer ministro Ehud Olmert, tras haber sido elegida ayer por una amplia ventaja frente a sus contrincantes, todos hombres, en unas primarias marcadas por la baja participación.

Según proyecciones sobre el recuento de votos de las tres principales cadenas de televisión israelíes, la abogada de 50 años y madre de dos hijos recibió entre el 47 y el 49 por ciento de las papeletas, frente al 37 por ciento de su más estrecho perseguidor, el ministro de Transportes, Shaul Mofaz.

Con ello, Livni superó la marca del 40 por ciento necesaria para salir elegida en primera ronda.

Los dos candidatos restantes, los ministros de Seguridad Pública e Interior, Avi Dichter y Meir Shirit, apenas recibieron el 7 por ciento de los votos respectivamente. De todas maneras, Livni no asumirá automáticamente la jefatura de gobierno. Después de que Olmert presente oficialmente su dimisión, según lo anunciado en medio de acusaciones de corrupción, Livni tendrá un máximo de 42 días para formar coalición y ser elegida en la Knesset (Parlamento) como primera ministra, la segunda en la historia del Estado de Israel después de Golda Meir (1969-1974).

De todas maneras, sus puntos comunes con Meir (1969-1974) son más bien pocos. Mientras la fallecida primera ministra pertenecía al Partido Laborista, Tzipora Livni -su nombre completo- creció en una conocida familia de la derecha sionista.

Su padre, Eitan Livni, militó dentro del Irgun, organización armada judía que antes de la fundación de Israel en 1948 perpetró atentados contra el mandato británico de Palestina y contra la parte árabe.

Más tarde fue diputado del derechista Likud, partido al que también perteneció Tzipi hasta que en 2005 se pasó al recién fundado Kadima de su mentor político Ariel Sharon.

Livni ha conseguido mantener limpia su imagen en medio de los escándalos de gobierno. Cuando una comisión oficial de investigación responsabilizó a Olmert del fracaso de la pasada guerra del Líbano, la ministra se distanció de él y exigió abiertamente su dimisión.

También exigió su renuncia ante las graves acusaciones de corrupción vertidas contra él. (DPA)

Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí