Jueves 18 de Septiembre de 2008 Edicion impresa pag. 37 > Deportes
River: fútbol ausente, derrota segura
El equipo "millonario" no tuvo ideas y Vélez lo venció a domicilio.

Sin necesidad de lujos ni de gestiones individuales brillantes, pero con mucho orden táctico Vélez le ganó a River (2-1) en el Monumental. Jonathan Cristaldo puso en ventaja a Vélez, Andrés Ríos igualó y Hernán Rodrigo López puso el grito de celebración velezana en la tarde de Núñez.

Los cambios no rindieron, apenas si el juvenil Ríos logró un gol con la estética de un gimnasta, pero no más que eso, y el paraguayo Santiago Salcedo, que lo reemplazó en la segunda parte, siguió sin mostrar sus virtudes goleadoras.

Se podrá decir que la lesión de Radamel Falcao a la media hora de juego lo dejó sin un hombre de poder de área, pero las variantes buscadas, Robert Flores primero y Salcedo después no hicieron mella en la defensa visitante.

Por el otro lado, hubo orden y dos jugadores destacados, Leandro Somoza en el manejo del medio campo y las incursiones por el andarivel izquierdo de Emiliano Papa, conector del juego a los definidores en ambos goles y en uno de ellos con una jugada destacable con un disparo en el vértice del palo que le dejó servido a Hernán Rodrigo López.

 

Cambios sin efecto

 

Vélez fue más desde el arranque, cubriendo bien los espacios en su campo y con salida rápida de contra ante la imprecisión de River, sobre todo en las dos últimas líneas. Mientras, Vélez consolidaba su dominio en el medio con Somoza y Víctor Zapata. Y a los 37 minutos se consolidó también en el marcador con el cabezazo de Cristaldo.

Cambios de hombres y esquema de Simeone para el segundo tiempo. Sacó a Quiroga del fondo para jugar con tres y Salcedo ingresó por Ferrari para sumar fuerza en el área. Pero no hubo respuesta. Vélez mantuvo la misma línea, moviendo pelotas hacia los costados y al centro y siguió llegando con más frecuencia que su rival. Sin embargo, a los 27, River lo empató a través de Ríos, quien con una especie de tijera le pegó para que la pelota tocara el travesaño, picara en la línea y entrara con el efecto.

Pudo ser una bisagra para River pero no, y a los 36 Vélez desniveló por segunda vez: Hernán Rodrigo López cabeceó desde el borde del área chica una exquisita definición de Papa que había rebotado en el travesaño. Los diez minutos finales fueron el epílogo de la impotencia de River para generar algo parecido al buen fútbol.

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