VIEDMA - Cuando hace diez años que provee de alimentos a comedores escolares y programas sociales del Estado rionegrinos, la ruta de los alimentos fraccionados y vendidos por Flavors & Cía. SA sigue generando dudas y datos llamativos.
Hasta el momento, había dos caminos posibles desde la huerta hasta el plato del consumidor: al ser entrevistado por este diario, el directivo de Flavors Jacques Matas aseguró que los ingredientes de los alimentos secos preelaborados se preparaban en la planta que otra firma del grupo -Masily S.A.- posee en San Luis, y se trasladaban luego a Conesa. Después surgió que algunos de esos alimentos son trasladados desde Mendoza. Se trata de los vegetales y otros deshidratados que, a juzgar por el acta de inspección realizada por la autoridad sanitaria de aquella jurisdicción, se elaborarían en la planta de Industrias J Matas en esa provincia.
No obstante, el rótulo de una bolsa de puerro deshidratado existente en la planta de Conesa señala como país de origen: Egipto.
Es la primera vez que se habla de que alguno de los ingredientes de los alimentos que compra la provincia de Río Negro para sus comedores escolares y sus programas alimentarios es de origen importado.
El tema resulta extraño, si se considera que el puerro es un vegetal relativamente común, que se cultiva con facilidad en amplias regiones del país, y sobre todo en Cuyo. Tan "nacional" es el puerro que tiene un artículo dedicado a él en el Código Alimentario Argentino. El artículo 847 señala: "Con el nombre de Puerro o porro, se entiende el bulbo de Allium porrum L".
Varias cosas resultan llamativas:
-En primer término, que el rótulo adherido a la bolsa referido a su contenido está escrito en español. Aunque el nombre del producto está traducido también al inglés, no lo están otros datos como lote, referencias de fechas y recomendaciones de conservación.
-Señala bajo la leyenda del peso del envase que ha sido "Provisto por Grupo J. Matas".
-Al pie, expresa: "País de origen: Egipto". Y en los dos renglones más abajo: "Elaborado por GND Giza National Dehydration / IJM USA Inc." "Shabramant - Giza - Egypt".
No figuran en el rótulo datos del importador, como exige en su artículo 4º el reglamento del Código Alimentario, decreto 2126/71.
La fotografía del rótulo fue proporcionada por la Defensora del Pueblo a este diario, funcionaria que expresó su decisión de continuar trabajando para establecer dónde y cómo se elaboran los alimentos que han generado controversia en la provincia.
"Río Negro" intentó anteayer obtener una explicación por parte del directivo de Flavors & Cía. S.A., pero éste se encontraba de viaje. Si bien anunció que respondería ayer, esto no sucedió.
Egipto no se encuentra entre los países privilegiados por la Argentina para la importación de alimentos, en razón de que no figura en la lista
de naciones que el decreto 1812/92 consideró que cumplen las condiciones de elaboración exigidas por el Código Alimentario Argentino. Por lo tanto, la importación de productos de origen vegetal proveniente del país norafricano debería haber pasado por los controles especiales aduaneros y del IASCAV.
El Reglamento del Código Alimentario Argentino exige, además de los controles de calidad, que los alimentos tengan "documentado el origen y procedencia de los productos y materias primas utilizadas en la elaboración, el tipo de unidad de envase y marca, así como el fraccionamiento a que hubiesen sido sometidos para su expendio". En ninguno de los alimentos distribuidos por el grupo Matas en Río Negro a través de la firma Flavors & Cía S.A. se consigna que alguno de sus ingredientes provenga de Egipto ni de Shanghai.
No sería el del puerro egipcio el único caso de productos deshidratados detectados en la planta de Conesa que tendrían origen internacional: otros provendrían de Shanghai, según constaría en su rótulo correspondiente.
"No confirmo ni desmiento" respondió el Fiscal de Investigaciones Administrativas, Pablo Berraz, al ser consultado sobre este tema que habría sido informado por personal de la planta e incluso al propio funcionario cuando inspeccionó el lugar hace unos días.
"Estamos trabajando y cualquier cosa que se diga puede entorpecer la investigación", agregó el Fiscal al destacar que se debe resguardar la confidencialidad de la causa porque todo es materia de investigación".
Berraz se mostró reacio ante la consulta de "Río Negro sobre el tema pero al no confirmar ni desmentir el origen internacional de la materia prima que llega a la planta de Flavors de Conesa dejó más certezas que dudas.
De ser confirmado el origen importado de componentes alimentarios, los controles vuelven a ser el eje de los interrogantes porque - de serlo- requieren de miradas mucho más estrictas que incluyen Aduana, barreras fitosanitarias y de Salud, entre otros.
Si bien el gobierno se apoya en el control bromatológico realizado por el Ministerio de Salud para mantener a Flavors en el registro de Proveedores y continuar con el proceso licitatorio del que podría surgir la permanencia de este contrato con la firma, los elementos que se suman aparecen como suficientes para sospechar que esta empresa no cumpliría con lo requisitos exigidos para ser proveedor del Estado.
La solvencia bancaria es otro punto con el que la empresa no cumpliría para figurar en el listado de proveedores con una cantidad apreciable de cheques rechazados.
La empresa fue constituida en 1997 con un capital ínfimo que tuvo una explosión en 2003, año en que habría declarado un patrimonio de 30 millones de pesos, según se supo.
Otro tema importante y que habría generado preocupación en el gobierno es la habilitación que le otorgó el ministerio de Salud a Flavors: siempre como fraccionadora y nunca como elaboradora, a pesar que los productos deshidratados que el ministerio de Familia distribuye en comedores escolares y hogares sin recursos lucen en sus etiquetas que son "elaborados" en la planta Flavors de Conesa.
(Agencia Viedma y Redacción Central)