NEUQUÉN (AN) - En un clima cada vez más complicado -con conflictos gremiales, caída de inversiones y presión para aumentar los precios del crudo en el país- Neuquén e YPF tendrán listo mañana el acuerdo para prorrogar por diez años pero a partir de 2015 las concesiones petroleras que tiene la compañía hispano argentina en la provincia, según le dijo ayer a "Río Negro" un vocero del gobierno de Jorge Sapag.
Ayer el destino de la política petrolera neuquina se debatía en la ciudad de Buenos Aires, con Sapag y su secretario de Recursos Naturales, Guillermo Coco, pendientes de la letra más chica del contrato con YPF, y su aliado, el jefe del sindicato petrolero del norte de la Patagonia, Guillermo Pereyra, en conciliación obligatoria con la cámara de empresas hidrocarburíferas por la caída de las inversiones y su impacto en los puestos de trabajo.
El gobierno nacional le puso un precio al petróleo de 42 dólares por barril (47 en el caso del crudo de la cuenca Neuquina) y como las empresas no consiguen que esa medida sea revisada, la actividad bajó en la provincia hasta un 50%, según números oficiales.
Pereyra llamó a un paro para torcer esa decisión de las empresas pero el ministerio de Trabajo decretó la conciliación obligatoria y sentó a las partes a negociar un acuerdo complicado porque el gremio quiere el compromiso de que las inversiones se mantendrán.
Frente al pedido de las empresas, se habla de un aumento del precio del crudo hasta los 50 dólares por barril en el caso del petróleo y de segmentar la tarifa residencial de gas para incrementar el precio del metro cúbico de los consumos más altos, identificados con los sectores más pudientes de la sociedad, además de subsidiar la garrafa, que como no está regulada, tiene precios que la convierten en uno de los combustibles más caros del país.
Pero por ahora el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner no da señales en ese sentido, pese a los anuncios uno y otra vez en ese sentido de la administración de Sapag.
Trascendió de empresas petroleras con actividad en la provincia que el plan de inversiones de varias de ellas para 2009 ya está aprobado y prevé recortes (se habla de miles de puestos de trabajo menos) que recién podrían revisarse en 2010.
Desde el gobierno lo negaron. Es más: anticiparon que las inversiones previstas en el convenio de prórroga colman las expectativas que tenían funcionarios y técnicos.
En ese contexto el acuerdo Neuquén-YPF está trabado en aspectos más legales que técnicos, dijo el portavoz del gobierno, que negó que la negociación esté contaminada de estos condimentos que presenta la industria por estos días.
El acuerdo, que consta de 20 hojas, estará terminado mañana, pero se firmará el lunes porque no está definido desde el punto de vista político cómo se procederá: si lo suscribe un funcionario o un técnico. Eso es lo que ayer se dijo desde la administración neuquina, que hace casi un mes viene comunicado que el convenio con YPF se firmaría la semana siguiente.
Lo que sí se confirmó es que apenas se firme será puesto a la opinión pública y enviado para su tratamiento a la Legislatura.
El resto de las empresas también presionan en esta instancia porque el de YPF será el caso testigo para las otras, que no quieren quedar obligadas a ceder a la provincia recursos que no están dispuestas a resignar, dijeron fuentes de la industria.
