LA PAZ.- El gobierno de Bolivia anunció ayer que el diálogo con los prefectos de las cinco regiones rebeldes que se iniciará el jueves en la ciudad central Cochabamba contará con observadores de la OEA, ONU y Unasur.
El vocero de gobierno, Iván Canelas, confirmó en conferencia de prensa en el palacio presidencial de La Paz que estas organizaciones multilaterales fueron invitadas oficialmente para que "envíen un representante". No precisó si entre los observadores podría estar el secretario General de la OEA, el chileno José Miguel Insulza.
Canelas anunció también que estará un representante de la iglesia católica, como pidieron los opositores, y confirmó que el presidente Evo Morales invitó a delegados de las iglesias metodista y evangélica.
Según un preacuerdo firmado el martes por el prefecto opositor de Tarija, Mario Cossío -en representación de sus colegas de Beni, Santa Cruz, Pando y Chuquisaca- y autoridades del Ejecutivo, se conformaran tres comisiones para abordar los temas en conflicto.
La primera, para buscar un pacto fiscal que solucione el pedido de las regiones en torno al impuesto petrolero que les quitó el gobierno para pagar una renta de vejez, otra para debatir las autonomías regionales, punto crítico de la confrontación y una tercera para designar cargos acéfalos en el poder judicial.
En el inicio del diálogo estará el presidente Evo Morales y se espera resultados rápidos para descomprimir la crisis política, señaló Canelas, tras la violencia política que se saldó con 19 muertos y varias decenas de heridos en choques en las regiones rebeldes.
La negociación del presidente y los prefectos de Santa Cruz, Tarija y Beni arrancará "desde el punto cero".
"La reunión comenzará a las 7 de la mañana en Cochabamba", debido a los problemas de vuelos para que los prefectos lleguen a esa ciudad, confirmó a Télam una vocera del Ministerio de la Presidencia de Bolivia.
El presidente Evo Morales había anticipado para ayer a las 17 la reunión, porque comprobó que "prefectos como el de Tarija, Mario Cossío, aprovechan estos momentos de coyuntura para tratar de manipular o mentir algunas verdades".
El gobernante dijo sentirse "molesto" por una solicitada de prensa con los detalles del preacuerdo político, publicada ayer, en la que se muestra sólo la firma de los prefectos y no del Gobierno.
Según fuentes del Ejecutivo boliviano y de los opositores, el diálogo político comenzará con la instalación de tres mesas de trabajo para tratar temas de fondo.
En ese sentido, los voceros adelantaron que se tratarán, entre otros asuntos, el mejoramiento de los ingresos del Impuesto Directo a los Hidrocarburos, las autonomías y la nueva Constitución Política del Estado; además de la elección de autoridades.
Durante la tarde de ayer, el prefecto opositor de Tarija, Mario Cossío, y el diputado oficialista Gustavo Torrico, habían coincidido en que inconvenientes en los vuelos hacían poco probable el inicio a las 17 de la primera reunión. "Yo no quisiera dar una señal de que no queremos ir, veremos cómo llegar a Cochabamba; no es fácil, pero quisiéramos que lleguen todos y particularmente queremos que estén presentes los testigos (internacionales)", dijo Cossío. (DPA)