El Club de París sigue manteniendo contactos con Argentina acerca de su plan para pagar miles de millones de dólares de deuda incumplida, dijo el jueves el grupo de acreedores.
En un comunicado difundido un día después de una reunión donde se trató el tema de la deuda argentina, el Club de París repitió que recibió con agrado la propuesta del Gobierno de Argentina de saldar sus compromisos de deuda incumplidos.
El grupo dijo que "representa un paso muy significativo hacia la normalización de la relación de Argentina con todos sus acreedores externos".
Saldar la deuda podría facilitar a Argentina obtener nuevos préstamos luego de que declaró la cesación de pagos en medio de la crisis económica que se desató en el pais a fines del 2001.
Pero el plan también genera preocupaciones acerca de las finanzas argentinas, pues la nación sudamericana planea hechar mano a sus reservas en moneda extranjera para efectuar el pago.
Los 6.706 millones de dólares considerados para la cancelación de la deuda consisten en pagos atrasados desde el período de la crisis económica de Argentina, pero la nación sudamericana tiene una deuda vigente por un total de 7.900 millones de dólares, dijo hace un mes a Reuters Xavier Musca, presidente del Club de París.
La diferencia entre las dos cifras incluye deuda que no tiene que ser pagada inmediatamente a los acreedores del Club de París, agregó.
Algunas de las naciones acreedoras a las que se les pagarían las deudas atrasadas son Alemania, Japón, España, Holanda, Francia, Estados Unidos, Italia y Suiza.
Los contratos de deuda entre Argentina y esos países están denominados en diferentes monedas.
El banco central de Argentina tiene unos 47.000 millones de dólares en reservas en moneda extranjera, pero el actual gobierno de centroizquierda de la presidenta Cristina Fernández se había negado previamente a usar esos fondos para cancelar su deuda.
Argentina buscó inicialmente reprogramar la deuda pero el Club de París insistió en que el país necesitaba tener primero un programa económico con el Fondo Monetario Internacional para calificar a una reprogramaación.
Fuente: Reuters