Miércoles 17 de Septiembre de 2008 Edicion impresa pag. 37 > Sociedad
El riesgo de choque es mayor en los adolescentes
Los jóvenes al volante tienen escasa experiencia pero se arriesgan más.

La principal causa de muerte de jóvenes de entre 15 y 19 años no es el sida, ni el cáncer, ni cualquier otra enfermedad, sino los accidentes de tránsito.

Así lo informó la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la Semana Mundial sobre la Seguridad Vial el año pasado. El dato se hace tanto más inquietante cuando se verifica que las familias con suficientes recursos económicos tienden a comprarles y regalarles vehículos a sus hijos cada vez a edades más tempranas.

"Los accidentes de tránsito matan en el mundo a 1,2 millones de personas cada año, y 400 mil son jóvenes menores de 25 años" dijo el doctor Etienne Krug, Director del Departamento de Prevención de Heridas y Violencia de la OMS.

La preocupación que generan estos datos hace que se investigue cada vez más, intentando buscar las causas para poder proyectar soluciones.

Nuestro país, obviamente, no es ajeno a esta realidad.

Según la investigación realizada por el Centro de Experimentación y Seguridad Vial (CESVI Argentina), las tasas de adolescentes implicados en choques son mayores al resto de los grupos etáreos de más de 35 años.

"El problema es preocupante entre los jóvenes de 16 a 17 años, dado que su experiencia al volante es menor y su falta de madurez hace que se arriesguen más", aseguran los especialistas en seguridad vial.

Una encuesta hecha sobre un grupo de 300 de adolescentes de entre 16 y 17 años arrojó que cerca del 85% maneja por las calles sin registro de conducir.

En los archivos aparecen historias de familias destruidas por una mala maniobra, una distracción o una negligencia propia de la edad.

Las más comunes están relacionadas con las picadas callejeras y con el alcohol.

Por esta razón, es necesario realizar estudios como el desarrollado por el Insurance Institute for Highway Safety (IIHS) de los Estados Unidos. El primer dato clave que arroja el informe sostiene que "el riesgo de choque entre conductores adolescentes es mayor que el de cualquier otro grupo de edad".

 

El comportamiento

 

Según los investigadores la participación de los adolescentes en los accidentes tiene que ver con la lógica de razonamiento del cerebro de estos jóvenes.

Un estudio de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos asegura que la región del cerebro que inhibe el comportamiento riesgoso no se desarrolla completamente hasta los 25 años.

Jay Giedd, psiquiatra pediátrico que lideró el estudio, señaló: "Pensábamos que los niveles más altos de madurez física y cerebral se alcanzaban a los 18 años, tal vez antes, de modo que esto nos sorprendió. Eso hace que la adolescencia sea un tiempo peligroso, cuando debería ser el mejor".

El riesgo radica en que muchos jóvenes están realizando una tarea tan complicada como manejar un vehículo sin tener el cerebro en su nivel de madurez más alto.

Quiere decir, según esta investigación, que no están aptos para tomar las mejores decisiones y elegir qué es lo mejor para no correr riesgos.

Según la investigación, las tasas de adolescentes implicados en choques por millas recorridas son mayores al resto de los grupos etáreos, teniendo en cuenta desde daños a la propiedad hasta los accidentes mortales.

"El problema es peor entre los que tienen 16 años, dado que su experiencia al volante es la menor y su falta de madurez hace que se arriesguen más", dice el informe.

La mayoría de los impactos de este grupo tiene como protagonista solamente al vehículo del adolescente que, generalmente, pierde el control por circular a alta velocidad.

Los choques de estos jóvenes suelen producirse cuando hay más de un adolescente en un vehículo y el riesgo aumenta con cada pasajero adicional.

Otro estudio realizado con anterioridad por el mismo centro de investigación demuestra que cuando los adolescentes conducen acompañados por otros adolescentes lo hacen más rápido y dejan menor distancia con el vehículo que los antecede.

Esa experiencia, que involucró a más de 3.000 automóviles en rutas cercanas a 10 escuelas públicas de Washington, informó que los adolescentes son los que más aumentan la velocidad y el exceso en más de 15 km/h fue más frecuente cuando los acompañantes eran del sexo masculino.

El estudio se realizó sobre una muestra de 471 vehículos conducidos por adolescentes, 245 por varones y 226 por mujeres; unos 232 automóviles iban sólo con el conductor y el resto tenía uno o más pasajeros.

La noche aparece como un factor de riesgo. La tasa de colisiones mortales nocturnas para los que tienen 16 años es aproximadamente el doble en comparación con el día.

Los adolescentes tienden a utilizar menos el cinturón de seguridad, quizás lo único que podría salvarles la vida después de la imprudencia que los puso de cara a la muerte.

(Fuente: CESVI)

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