Miércoles 17 de Septiembre de 2008 Edicion impresa pag. 28 y 29 > Sociedad
Huellas genéticas del desorden bipolar
Descubrieron las variantes de dos genes que están relacionadas con el trastorno bipolar. Éste y otros estudios plantean desafíos a la tradicional clasificación psiquiátrica de las enfermedades mentales.

Dos genes, que controlan la actividad de las células nerviosas, podrían jugar un papel importante en el riesgo de que las personas desarrollen un trastorno bipolar.

El trastorno bipolar es una enfermedad que se caracteriza por fluctuaciones del ánimo que llevan, a quien las padece, de la depresión a la euforia (o manía) sin escalas, y afecta a un tres por ciento de la población mundial.

Durante los períodos de manía la persona puede ser demasiado impulsiva y energética, con un sentido exagerado de autoestima; mientras que la fase depresiva trae sentimientos abrumadores de ansiedad, baja autoestima y a veces pensamientos suicidas.

Hay dos tipos principales de trastorno bipolar. Las personas con el trastorno bipolar del tipo "I", antiguamente denominado depresión maníaca, han tenido al menos un episodio completo de manía con períodos de depresión mayor. Las personas con trastorno bipolar tipo "II" rara vez experimentan un episodio maníaco completo y en su lugar presentan períodos de hipomanía (niveles elevados de energía e impulsividad que no son tan extremos como los síntomas de la manía), alternados con episodios de depresión mayor. Una forma leve de trastorno bipolar llamado ciclotimia se caracteriza por períodos de hipomanía y depresión leve, con menos fluctuaciones en el estado de ánimo. El trastorno bipolar afecta por igual a hombres y mujeres, y generalmente aparece entre los 15 y los 25 años. La causa se desconoce, pero se presenta con mayor frecuencia en parientes de personas que padecen dicho trastorno.

Un equipo internacional de científicos, financiado parcialmente por el National Institute of Heath (NIH) de los Estados Unidos, realizó un trabajo de investigación en el que examinó los genomas de aproximadamente 10.956 personas, principalmente de ese país y Gran Bretaña. Entre ellas había 4.387 personas con trastorno bipolar. Los científicos encontraron que estas últimas tenían más probabilidades de tener en su genoma ciertas variantes en dos genes, identificados como ANK3 y CACNA1.

Como es sabido, los genes codifican las proteínas en el organismo. Las proteínas cuya "fabricación" depende de estos dos genes ayudan a manejar el flujo de calcio y de sodio, dos elementos vitales, hacia adentro y hacia afuera de las neuronas cerebrales, lo que a su vez influye en la actividad de las células nerviosas.

La persona que ayudó a dirigir el estudio, Nick Craddock, de la Universidad de Cardiff (Gales), dijo que la importancia de este hallazgo es que da una clara idea sobre la química y los mecanismos del cerebro que están involucrados en los desórdenes bipolares. A través de los años, este descubrimiento ayudaría a los investigadores a desarrollar un diagnóstico más preciso y un mejor tratamiento para la enfermedad.

Debido a que este desorden está vinculado a la historia familiar, es decir, tiene relación con la herencia, los científicos habían estado tratando de ubicar los genes involucrados. Este estudio, precisamente, es el más grande análisis genético de su clase que se ha realizado en torno de este tema.

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