En la articulación de la rótula, los meniscos cumplen un papel preponderante: "Son los amortiguadores por excelencia entre el fémur y la tibia, aumentan la congruencia articular y actúan como elementos estabilizadores.

Por encontrase interpuestos entre dos huesos de alta exigencia biomecánica, como son los que forman la rodilla, los mecanismos de torsión, hiperflexión, postura forzada y rotación extrema, los ponen en situación de vulnerabilidad para ser lesionados", sostiene Verna.

En algunos casos, se impone la operación. "En la actualidad, la cirugía artroscópica minimiza la agresión quirúrgica, las resecciones meniscales son parciales y no totales, sólo se realiza la extirpación de la parte lesionada, y en algunos casos seleccionados, la artroscopía permite la reparación de la lesión o rotura meniscal mediante sutura", manifiesta Verna.

Y agrega: "Gracias a las nuevas técnicas de rehabilitación, en lesiones meniscales aisladas en pacientes jóvenes, los tiempos de rehabilitación no exceden de las 4 a 6 semanas".

Vale recordar que un menisco resecado o extirpado no se regenera.

"El paciente debe mejorar al máximo el trofismo muscular para disminuir la exigencia de la articulación y por ende, compensar o disminuir la necesidad del uso del menisco lesionado", afirma el profesor.