Miércoles 17 de Septiembre de 2008 Edicion impresa pag. 06 y 07 > Regionales
Declaró un ex policía que documentó un secuestro ilegal en Cinco Saltos
Participó de la detención de Marta de Cea y lo informó por escrito al juzgado federal. Destacan que fue "una de esas actitudes que brillaron por su ausencia" durante los '70.

NEUQUÉN (AN/ACE).- "Es un secuestro que quedó documentado, esas actitudes brillaron por su ausencia" durante la dictadura, aseguró ayer Nerea Monte al término de la declaración de Aniceto Huenchul, el policía de Cinco Saltos que terminó en 1977 en Comallo luego de que abriera un expediente judicial por el secuestro de Marta de Cea, en 1976, por el grupo de tareas que se la llevó a "La Escuelita".

Huenchul se presentó ayer ante la Justicia para detallar cómo fue el secuestro ilegal de Marta de Cea en Cinco Saltos, quien se exilió en México luego de padecer la tortura y el secuestro clandestino.

De Cea era una de las dueñas de Libracos, estaba ligada al ambiente universitario y era militante justicialista en 1976 cuando cuatro hombres vestidos de civil que decían ser del Ejército, le golpearon la puerta de su casa de noche y se la llevaron al centro clandestino, previo paso por la comisaría de Cipolletti. En "La Escuelita", Marta reconoció entre sus torturadores a Raúl Guglielminetti, porque lo conocía de la Universidad y debido a su condición de "periodista deportivo", entre otras facetas que usaba como mascarada el agente de inteligencia.

Cuando De Cea fue secuestrada, Huenchul -quien intervino con otros policías a pedido de la familia que se negaba a abrir la puerta a los violentos- elevó una prevención sumarial ante el Juzgado Federal por el accionar ilegal de los secuestradores.

Ayer ante el tribunal, Huenchul no consideró que en 1976 hubiera sido destinado a Comallo por haber iniciado esa causa judicial por el secuestro de De Cea, ni recordó quienes pudieron ser los secuestradores o si iban armados a buscar a De Cea; tampoco si el jefe de la comisaría en ese momento, Desiderio Penchulef, formaba parte de la "comunidad informativa" que actuaba durante la represión; pero aportó que "había una organización paralela que no sé si venía de Neuquén o de Bahía, pero que era del Ejército y que era otro órgano que suplantaba la organización que conocíamos".

Huenchul describió que las comisarías recibían el POM, que eran instructivos para la identificación de personas en el marco de la "lucha contra la subversión", pero dijo desconocer si la policía rionegrina participó de los operativos o procedimientos antisubversivos. "Por suerte no me tocó participar", dijo.

El policía, que en 1976 recién iniciaba su carrera, dijo que a pesar de la actitud "temeraria" que operaba el Ejército en la policía y que los agentes debían cumplir en una situación de mando que calificó de "confusa", inició un sumario por el secuestro de Cea porque "correspondía por el antiguo código que tuviera una intervención del juez federal".

Para la fiscalía, el testimonio tuvo la validez de establecer la subordinación de un elemento de las fuerzas policiales ante la Justicia. Consultada por las imprecisiones del testigo, desde la querella por la APDH, Nerea Monte, explicó que Huenchul "tal vez no quiso mandar al frente a Penchulef que está procesado en la instrucción por otros hechos; no tengo presente que la Justicia hubiera tomado alguna diligencia tampoco ante la resolución tomada por Huenchul; este es un secuestro que fue documentado y actitudes como estas brillaron por su ausencia", dijo.

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