Miércoles 17 de Septiembre de 2008 Edicion impresa pag. 41 > Policiales y Judiciales
Disputa entre gremialistas petroleros terminó a los tiros y con detenidos

25 DE MAYO (ACA).- Un grupo de personas presuntamente del sindicato petrolero de Bahía Blanca, disparó con armas de fuego contra dos camionetas del sindicato que lidera Guillermo Pereyra. No hubo heridos y hay tres detenidos de los cuales sólo uno es afiliado.

Anoche, vecinos familiares de trabajadores petroleros y los propios afiliados al sindicato de Río Negro, La Pampa y Neuquén realizaban una manifestación pidiendo que se vaya el gremio bahiense que "ha sembrado violencia en la zona". Por su parte uno de los representantes de la asociación bahiense, dijo que fue una provocación de parte de los neuquinos. El intendente David Bravo remarcó que a él ya le había anticipado a las autoridades provinciales y nacionales que esto podía suceder, mientras Guillermo Pereyra llamó a la pacificación.

Los veinticinqueños insistían en formalizar un pedido a las autoridades que correspondan, para "solicitar que el sindicato bahiense se vaya de la localidad, por el grado de violencia que instalaron", expresaban.

El hecho se produjo a las 15.30 de ayer cuando dos camionetas del sindicato de Pereyra volvían desde el yacimiento "El Corcovo". Según la policía, en esa sede se radicó una denuncia por el atentado con armas de fuego contra gente del sindicato de Petróleo y gas privado de Río negro La Pampa y Neuquén. Los autores serían del gremio petrolero de Bahía Blanca.

Lo llamativo del hecho es que de los tres detenidos sólo uno es afiliado y trabajador petrolero, de los dos restantes sólo uno tiene trabajo y el restante fue sindicado reiteradamente como uno de los "patoteros" que se movía en los yacimientos con armas, según testimoniaron los propios trabajadores a este diario.

"Nosotros volvíamos (del yacimiento el Corcovo), adonde habíamos ido a ver a nuestros afiliados. Diez kilómetros antes de llegar al cruce del desierto nos cruzaron dos camionetas. Nos detuvimos a unos mil metros y nos decidimos a pasar por la orilla del camino de tierra para evitar un enfrentamiento. Cuando pasábamos frente a ellos, sentimos varios disparos y uno de ellos dio del lado del acompañante pero en el zócalo de la puerta de atrás. Igual pasamos las dos camionetas y radicamos la denuncia porque vimos quienes eran", contó Ceferino Leiva.

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