La reunión de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) en Santiago, en la que los mandatarios de la región analizaron la crisis boliviana, fue un triunfo político para el presidente Evo Morales, que recibió el apoyo del bloque, pero no contribuirá a la pacificación del país, estimaron analistas.

"La reunión fue muy positiva, el apoyo al presidente Morales es lo que hay que rescatar", dijo Alfonso Román, ex cónsul boliviano en Chile, pero agregó que "será muy difícil llegar a un acuerdo" entre la oposición y el gobierno boliviano.

"El apoyo de la Unasur implica un reconocimiento de la legitimidad de Morales", dijo por su parte el analista Jorge Kafka.

El bloque regional expresó tras una prolongada reunión el lunes su más "decidido respaldo" al mandatario boliviano y rechazó "enérgicamente" cualquier situación que intente un golpe civil. La "Declaración de La Moneda" establece además una comisión que acompañará la mesa de diálogo entre el gobierno y la oposición boliviana, y otra que investigará de manera imparcial los hechos ocurridos en el departamento de Pando (norte), donde murieron al menos 16 campesinos y hay desaparecidos.

Pero los analistas no se muestran optimistas sobre el papel que jugará la comisión de la Unasur en la solución de la crisis boliviana. "La comisión va a generar un escenario de acercamiento, en el espíritu de la preservación de la democracia y la institucionalidad", señaló Román. "Pero en la mediación deben participar también representantes, no sólo de Unasur, sino de la OEA, de la iglesia católica y de la sociedad civil".

"La Declaración de La Moneda está cargada de buenas intenciones pero no es equilibrada con la demanda de la media luna (los departamentos opositores de Santa Cruz, Beni, Pando y Chuquisaca)", dijo el analista independiente Carlos Cordero. "No va a contribuir a la pacificación del país". Por su parte, el analista Roger Tuero señaló que "no tengo demasiado optimismo del aporte que pueda hacer la comisión", pero rescató que le dará "más seriedad a las negociaciones (entre el gobierno y la oposición), que ahora se rompen muy fácilmente", como finalmente ocurrió ayer tras la detención del prefecto opositor Leopoldo Fernández.

(AFP)