La fiscalía del Chubut investiga el presunto secuestro de una mujer de origen ucraniana, quién habría estado más de un año bajo amenazas de un grupo de inmigrantes rusos.

Tras haber sido dada por muerta, la mujer -de unos 60 años y perteneciente a una familia que se radicó en la zona Andina en la década del '20- apareció el 1 de setiembre golpeada y ultrajada en un hospital de la zona, con signos evidentes de haber permanecido maniatada, ya que se detectaron moretones y magulladuras.

Los médicos que la atendieron ordenaron su inmediato traslado a Esquel, donde luego de recuperar el conocimiento le contó a la policía que recuerda haber sido castigada por su marido, quien la hirió en la cabeza con un cuchillo, aunque no retiene mayores datos de tiempo y espacio. De todos modos, trascendió que la lesión sufrida habría sido reciente. La mujer en cuestión ha permanecido por períodos prolongados bajo tratamiento psiquiátrico.

Al parecer, en circunstancias poco claras, cayó más tarde bajo la influencia de varios ciudadanos llegados de la ex URSS, hasta casarse legalmente con uno de ellos, que sería varios años menor.

Los vecinos recuerdan que "la tenían siempre borracha y dopada..., y parece que atada, ya que no se la veía por ningún lado". Otros dicen haberla visto en la ventana de un galpón haciendo señas con las manos, "como pidiendo rescate".

Heredera de varias hectáreas de tierras productivas y de alto valor inmobiliario, además de un departamento en Buenos Aires, pronto "sus nuevos parientes" se las habrían arreglado para ir vendiendo las propiedades, siendo éste otro de los puntos específicos que investigará la Justicia, ya que a criterio de los pesquisas, esa sería la "verdadera razón por la que mantuvieron enclaustrada por tanto tiempo".

Una fuente consultada dejó trascender que al momento de su llegada al nosocomio de Esquel, la mujer presentaba "un cuadro agudo de desnutrición y abandono". También la fractura de una pierna.

Se supo que fue recogida por una ambulancia en una chacra abandonada cercana al paralelo 42º.

Hoy esperan en la región al procurador general, Jorge Miquelarena, y al fiscal Eduardo Falco, quienes junto al fiscal de comisaría en Lago Puelo, Fidel González, intentarán avanzar en la investigación del hecho.

Por otra parte, se investiga la presunta vinculación con otro hecho sucedido en Bariloche y la muerte de otro ciudadano ruso, que en un primer momento había sido dado como desaparecido.