Con las críticas aún frescas por su desempeño en el clásico Boca-Independiente, el árbitro Pablo Lunati atravesó sin problemas el partido Colón-Lanús, pero hubo un hecho que revivió el escándalo de La Bombonera.
Faltaba un minuto para el fin del primer tiempo cuando Germán Rivarola y Diego González chocaron y tuvieron que salir de la cancha. Tras ser atendidos, Lunati hizo la seña, lo más ampulosa posible, para indicar con sus brazos que podían entrar, lo que motivó el aplauso irónico de la platea de Colón.
Lunati dirigió este partido porque ya estaba designado y se aguardaba las nominaciones de la AFA para la fecha del fin de semana. Se especula en que el árbitro sería parado.