NEUQUÉN (AN).- Tras el infierno de la feria Mitre en la madrugada del sábado, cuando cerca de 60 puestos ardieron en medio de un fuego intenso que los redujo a cenizas, se espera que hoy a primera hora desfilen por el lugar todos los actores afectados: propietarios de los puestos, dueño del espacio general, autoridades municipales y la policía, que desde ayer por la tarde custodia el ingreso al complejo.

De la feria ubicada sobre calle Mitre frente al cenotafio que recuerda a los soldados caídos en Malvinas y que se construyó en el predio en el que, hasta que fue trasladada a las afueras de la ciudad, funcionó la terminal de colectivos, sólo quedan restos. Nada se salvó en el espacio comercial, ni siquiera el techo o las paredes. Un ciclomotor que pertenecía a una de las decenas de personas que trabajaba en los puestos se derritió por el intenso calor y ayer por la tarde, con la custodia del personal policial en la puerta de ingreso, quedó depositado frente a las persianas bajas de la fachada.

Hasta ayer, no había novedades respecto de las pericias a cargo de bomberos. Según los policías, hoy se conocerán los motivos del incendio.

Las consecuencias colaterales abarcan a un kiosco y a los depósitos en los que algunos de los puesteros guardaban parte de la mercadería, la mayor parte ropa, juguetes y artículos confeccionados en plástico y goma.

No sufrió destrozos una heladería que, a pesar de funcionar en el terreno lindante, salió indemne del siniestro. Según la encargada, hubo algunos cortocircuitos debido a cables quemados o filtraciones del agua con la que los bomberos sofocaron las llamas.