El ex gerenciador de Cromañón, Omar Chabán, recusó hoy al tribunal oral número 24, que lleva adelante el juicio por la tragedia de la discoteca, y concluyó abruptamente la declaración indagatoria que había comenzado a prestar esta mañana.

Ofuscado porque la presidenta del tribunal, María Cecilia Maiza, le advirtió que debía ceñirse a los hechos de la investigación, Chabán consultó con sus abogados y resolvió pedir el apartamiento del tribunal, porque consideró que "ya estaba condenado".

Los jueces deberán resolver, tras un breve cuarto intermedio, si aceptan o no la recusación, de lo que dependerá cómo seguirá el juicio. Antes del incidente, Chabán había responsabilizado al destituido jefe de gobierno porteño, Aníbal Ibarra, por la tragedia de la discoteca, y sostuvo que él, los empresarios dueños del boliche y la habilitación, y los médicos del SAME que actuaron aquella noche, "deberían estar aquí", en el banquillo de los acusados.

Durante una hora y media y en un tono por momentos vehemente, Chabán inició hoy su descargo ante el tribunal oral número 24 y se autocalificó como "un chivo expiatorio" sobre quien recae exclusivamente el peso por los 194 muertos. "No sé por qué estoy acá, no sé si soy escuchado... Ibarra tendría que estar acá. No sé por qué no está", disparó Chabán, ataviado con jeans y pullover grises, una remera blanca y munido de una enorme cantidad de papeles y carpetas.

El ex gerenciador de Cromañón recomendó al tribunal que "tienen que perseguir a Lagarto (la empresa off shore), que es dueña de la habilitación; a (Rafael) Levy, que es el dueño del lugar. No los veo... traiganmé clones, si quieren, para que yo los vea aquí. Todos zafaron y me dejaron a mí como un idiota, como un perejil", se quejó.

"Esta causa está incompleta", insistió, sumando a la lista de sus acusados personales a quienes concedieron la habilitación del local en 1997, cuando se llamaba "El Reventón", y devaluando las responsabilidades de los 15 procesados en este expediente, a quienes atribuyó roles "secundarios" en la tragedia.

Precisamente sobre ese concepto inició la exposición –errática por momentos, llena de citas a filósofos e intelectuales, permanentemente autorreferencial- Chabán: "esto fue una tragedia, no una masacre". Chabán padece "un miedo aterrorizante de volver a Marcos Paz", penal en el que pasó dos años y medio en relación con Cromañón, y así se lo manifestó a los jueces Cecilia Maiza, Raúl Llanos y Marcelo Alvero: "ustedes tienen que juzgar mi libertad, y mi culpabilidad, por supuesto".

Desde el espacio reservado al público y también en la antesala del recinto de la audiencia, padres de las víctimas siguieron con estupor, indignación, llantos y gestos constantes de repudio y desaprobación esta primera defensa de Chabán, quien ya anunció que volverá a declarar en otros momentos del juicio.

En al menos siete oportunidades aludió Chabán a Ibarra, a quien hasta hoy no había atacado directamente por su supuesta responsabilidad en la tragedia. "Yo no soy Aníbal Ibarra. El tiene más responsabilidad que (Raúl) Villarreal y yo", disparó, incluyendo en su defensa a su ex colaborador "durante 20 años" en los distintos emprendimientos artísticos a los que hizo permanente mención, y por los que, sobre el final de la primera parte de su exposición, la jueza Maiza le pidió que se ciñera a "los hechos que son motivo de investigación de esta causa".

Fuente: DyN