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	Desde el gobierno aseguran que es muy difícil que haya incrementos en lo que resta del año.

NEUQUÉN (AN).- Los tres gremios con mayor presencia en las calles dentro del sector estatal ya comenzaron a negociar recomposiciones salariales. En todos los casos, reclaman subas que oscilan entre el 40 y el 50%.

Todavía no está del todo claro qué ocurrirá con estos planteos, pero ya los sindicatos comienzan a dar cuenta de que están dispuestos a volver a la calle. De hecho, durante la última semana hubo huelgas y protestas aisladas, en organismos provinciales y en la Justicia.

Las organizaciones que lograron reunirse con el gobierno son ATE (estatales) y ATEN (docentes). La primera, que ya lanzó medidas de fuerza parciales en registros civiles y el EPAS, atenuadas la semana pasada por el gobierno, que accedió a dar bonificaciones y a reencuadrar al personal, en uno y otro caso, puja para que ningún trabajador del Estado esté por debajo de los 1.800 pesos de salario básico.

El secretario general Ernesto Contreras dijo el jueves pasado que podrían lanzar paros en toda la órbita pública si el gobierno no dispone una mesa donde discutir la situación de todos los trabajadores, como lo lograron a principios de año, cuando hubo una recomposición del orden del 20%.

ATEN, por su parte, comenzó a negociar la semana pasada. Su plenario de secretarios generales ya había fijado que la discusión se dé en torno de una recomposición del 45%, que según el ministro de Gobierno, Educación y Cultura, Jorge Tobares, el hombre de Jorge Sapag para contener cualquier conflicto dentro de la provincia, es a todas luces imposible de dar.

Se lo dijo a los docentes en la primera reunión que mantuvieron, y ya lo había anticipado antes de ese encuentro. Casi al unísono, la ministra de Hacienda Esther Ruiz, emitió una señal en el mismo sentido: habló, ante la prensa, de la necesidad de "mejorar la recaudación" antes de conceder nuevos incrementos, y trajo a colación un fundamento ya utilizado antes: el de abogar

por un "presupuesto equilibrado".

Tobares, a esta postura, agregó el argumento de la negociación de las prórrogas de contratos a las petroleras que operan en la cuenca neuquina, como un factor que permitiría encarar las negociaciones salariales.

El otro gremio que está negociando un aumento, entre otras cuestiones, aunque sólo para una porción de sus afiliados, es Sejun (judiciales). Le está pidiendo al Tribunal Superior de Justicia, en el marco de un ámbito que amenazó con disolverse el jueves último, una recategorización para los auxiliares. Son los médicos, psicólogos, contadores y psiquiatras que trabajan para la Justicia, que no tienen una carrera propia.

Esta recategorización, según el sindicato, implicaría un aumento. A partir del mes próximo comenzará, con más énfasis, a ocuparse de la situación salarial del resto de sus representados, como ya anticipó.