El cineasta argentino Gustavo Corrado afrontará el desafío de filmar una remake de "Accatone", el clásico de 1961 del célebre director italiano Pier Paolo Pasolini, que narra con un estilo realista y crítico las desventuras de un antihéroe tan seductor y simpático como miserable.
Con la idea de trabajar con Pablo Echarri en el papel que encarnó el italiano Franco Citti, Corrado tiene previsto comenzar a filmar esta versión local de "Accatone" en abril de 2009, con la ayuda de la Universidad del Cine de Buenos Aires y la posibilidad de contar con algún productor italiano.
"El objetivo es trasladar la historia escrita y filmada por Pasolini a la Argentina. Va a ser definitivamente un 'Accatone' 50 años después, pero en un suburbio de Buenos Aires", adelantó el cineasta y docente, que había debutado con "El armario" y luego estrenó "Garúa".
La opera prima de Pasolini, que se basó en su propia novela homónima, recoge la herencia ascética y cruda del Neorrealismo para poner de relieve problemas sociales como la miseria, la desocupación y la prostitución que sufren jóvenes sin futuro en los suburbios de Roma.
A través de las dramáticas vivencias de un pequeño proxeneta llamado Accatone -un joven carismático y seductor que sobrevive como puede a costa de las jóvenes que enamora y prostituye-, el gran cineasta y escritor italiano revela la situación de continúa incertidumbre de muchos jóvenes de su época que no tenían cómo ganarse la vida.
"La idea es trasladar la misma historia, con los mismos personajes, a un suburbio de la Argentina actual. Quiero demostrar la actualidad y vigencia que tienen las ideas de Pasolini sobre la sociedad de consumo, hacia dónde conduce y su amor por estos seres miserables", señaló Corrado.
Y añadió: "La búsqueda de Pasolini era encontrar la pureza en estos personajes marginales que viven alrededor de las grandes ciudades, y por eso trabajaba mucho con un trasfondo social y religioso".
Con música de Johann Sebastian Bach, la película original describe un panorama desolador y pesimista acerca de la situación de una juventud desheredada e inadaptada, que rechaza su drama instintivamente sumiéndose en la delincuencia, como primitiva salida a su frustración.
"Es un filme relacionado con el mundo juvenil de suburbio, de pobreza y marginalidad en las grandes ciudades. A Pasolini le interesaba ese mundo tan ligado a lo primitivo y, naturalmente, la pobreza y el hecho de no tener asegurada la comida te lleva a ese estado", señaló.
Corrado, que obtuvo los derechos del guión original a través de la sobrina y única heredera de Pasolini, Graciela Chiarcossi, recordó que "nunca se hizo una remake de una película de Pasolini, ésta sería la primera vez, y ella ve con buenos ojos que se haga en Buenos Aires".
"Voy a trabajar con actores y no actores, con un tono de interpretación y un estilo bien realista, casi documentalista, pero sin dejar librado al azar ningún diálogo", aseguró Corrado, que vivió en Italia, donde conoció el pueblo en el que Pasolini pasó gran parte de su infancia y su juventud.
"Me gustaría mucho que el protagonista fuera Pablo Echarri, porque creo que da muy bien con el personaje, ya que físicamente tiene una pinta de chanta, seductor y callejero que bien se podría nivelar con los personajes marginales de la historia", indicó el cineasta.
Para Corrado, "lo interesante es que el personaje central es un vividor, un antihéroe, que tiene mucho ángel. Accatone es un monstruo querible y de mucho carisma, el centro de atención de sus amigos, muy atractivo para las mujeres, un gran seductor, pero su vida es un desastre".
"Lo que más me interesa del personaje es que, a pesar de todo, termina redimiéndose de sus pecados", indicó el director, que subrayó la importancia de la música de Bach en la construcción de un tono y una atmósfera místico religiosa propia del estilo de Pasolini.