Domingo 14 de Septiembre de 2008 Edicion impresa pag. 26 y 27 > Internacionales
Latinoamérica se reúne para salvar con urgencia la institucionalidad en Bolivia
Jefes de Estado se encontrarán mañana en Chile para plantear posibles alternativas. "No queremos permanecer impávidos ante esta crisis", alertó la presidenta Bachelet.

La crisis política boliviana detonó una reunión urgente de los presidentes de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), quienes acordaron realizar una cumbre en Chile mañana para buscar salidas al conflicto que amenaza con fraccionar el país andino.

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, fue el primero en anunciar el encuentro. "Hemos estado haciendo consultas cruzadas y se acordó reunirnos", confirmó.

El mandatario detalló que la cita tendrá un carácter marcadamente resolutivo. "No vamos a hablar solamente, vamos a tomar decisiones. No vamos a aceptar otro gobierno que no sea el legitimado de Evo, no vamos a aceptar golpes de Estado, ni planes secesionistas, ni generales gorilas, no lo vamos a aceptar", adelantó.

Horas más tarde fue la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, quien confirmó la voluntad de los mandatarios. "Ya hemos hecho una declaración muy clara como presidentes de Unasur en pos de la paz y de la democracia en Bolivia, pero no queremos permanecer impávidos ante una situación que nos preocupa y es por eso que hemos decidido juntarnos mañana", aseveró.

Bachelet, quien es presidenta pro tempore de Unasur, explicó que la convocatoria la realizó ella misma, luego de conversar con Morales, quien no confirmó si asistirá a la cumbre.

"La preocupación central de todos los jefes de Estado de la región es que queremos una Bolivia en paz, y ésa es una tarea de Unasur", afirmó Bachelet.

Expresó que este encuentro es necesario para ver cómo adoptar "una actitud positiva, constructiva, que permita acercar a las partes y apoyar los esfuerzos del gobierno y el pueblo boliviano en pro de su proceso democrático, de la estabilidad y la paz".

Entre tanto, Evo Morales, acosado por la pugna que mantiene con las regiones opositoras, dijo anoche que no ve razones para extender el estado de sitio más allá de la provincia norteña de Pando, donde se ha declarado esta medida de excepción ante la "violencia desbordada" en la región y "un creciente número de víctimas". Al menos 16 personas murieron por la violencia en esta región, confirmó él mismo.

"Si los prefectos (gobernadores) devuelven las instituciones del Estado, si dejan de atentar contra el patrimonio del pueblo que son los gasoductos y las refinerías, no hay por qué pensar en la ampliación del estado de sitio", ha dicho Morales en una conferencia de prensa con corresponsales extranjeros. El mandatario boliviano ha hecho un nuevo llamamiento al diálogo y ha manifestado su intención de debatir y revisar la nueva constitución que está impulsando, para considerar las demandas de los gobernadores de la oposición, que quieren más autonomía para sus provincias.

Las declaraciones de Morales se producen después de haber terminado una reunión maratónica entre el gobierno boliviano y el representante de los opositores autonomistas, el prefecto de Tarija Marío Cossío, quienes han acordado hoy continuar el diálogo para pacificar el país.

El vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, y el gobernador tarijeño, además de otros representantes, han coincidido en la necesidad de llegar a acuerdos para pacificar el país.

Según fuentes oficiales, el diálogo se retomará hoy domingo con otra reunión en el Palacio de Gobierno de La Paz en la que participaría el presidente boliviano, Evo Morales.

Por su parte, el enviado del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU calificó la situación del país como "preocupante", donde "la gente tiene miedo". (AFP, DPA y AP)

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