LOS ÁNGELES (AP) _ El número dejado por la colisión de un tren de pasajeros y uno de carga subió ayer a 23, informaron las autoridades, y advirtieron que las víctimas podrían aumentar a medida que los equipos de rescate buscaban sobrevivientes en lo que ya es el peor accidente ferroviario de Estados Unidos en 15 años.
El alcalde de Los Angeles, Antonio Villaraigosa, dijo ayer que además de los 23 muertos confirmados, quedan algunos cadáveres entre los restos del tren suburbano de pasajeros de la empresa Metrolink. Sin embargo, añadió que es imposible precisar cuántos muertos más habría.
El tren de Metrolink chocó el viernes por la tarde con un ferrocarril de carga Union Pacific, en el área de Chatsworth. La vocera de Metrolink, Denise Tyrrell, dijo que una investigación preliminar ha determinado que el maquinista del tren de pasajeros no se detuvo ante una luz roja, lo que causó la colisión. Al parecer, el operador pereció en el accidente.
Mario Rueda, subjefe de bomberos, dijo que las posibilidades de que aún haya alguien con vida entre los restos de los vagones son "muy remotas". El último sobreviviente fue rescatado la noche del viernes, dijo el capitán de bomberos Armando Hogan. "Las palabras no pueden explicar o consolar de ninguna manera a aquellos que han perdido a seres queridos, aquellos que no saben cual es la condición o el estado de sus seres queridos", dijo Villaraigosa. "Sólo puedo decir que estos bomberos y agentes de policía han trabajado incansablemente toda la noche". Más de 100 personas han sido hospitalizadas y muchas están en condición crítica o grave. Parientes y amigos se reunieron en la escuela secundaria de Chatsworth para esperar noticias a medida que los equipos de emergencia desmantelaban el vagón de pasajeros.
El impacto provocó que la locomotora saliera disparada y embistiera un vagón de pasajeros, que quedó de lado con la locomotora aún en su interior. Los equipos de emergencia tuvieron que extinguir un incendio que se formó bajo el tren. Las autoridades señalaron que el tren transportaba a 222 personas y que en el de carga viajaban cuatro empleados de Union Pacific.
