"Lo tenemos que estudiar bien, porque primero hemos privilegiado la creación de la nueva línea aérea regional", dijo el gobernador Jorge Sapag, cuando se le preguntó si está próxima la licitación para concesionar el aeropuerto Chapelco. Y en el Centro Cívico de San Martín de los Andes, a más de uno le habrá dado dolor de cabeza y un dejo de rubor.
Para un desavisado, la escueta respuesta de Jorge Sapag pudiera encuadrar en esos típicos "ni" que ofrecen los políticos, cuando se les urgen definiciones que quieren evitar, pero resulta que, en este caso, tiene sabor a mentís para la intendencia que comanda su hermana, Luz Sapag.
Sucede que hace cinco meses, el municipio daba por hecha la privatización de la terminal y se permitía anunciarlo en nombre del mismísimo mandatario, luego de que la intendenta y su secretario de Turismo, Raúl Pont Lezica, acudieran por esas fechas a un encuentro en casa de Gobierno.
En efecto, el 14 de abril, un parte de prensa de la comuna decía que por expresa indicación del gobernador, la secretaría provincial de Servicios Públicos "ya trabaja" en el llamado a licitación para el aeropuerto Chapelco, cuyo pliego "estará listo en el transcurso del año en curso".
Como se ve, no dejaba abrigo a las dudas.
El dato dejaba descolocados a los dirigentes de la Cámara de Comercio, que en febrero habían hablado con el gobernador sobre otras cosas: el reequipamiento de la aeroestación, para elevar su rango, y la puesta en marcha de una línea regional. De privatizar aeropuertos, nada se había dicho.
Referentes del empresariado se enojaron por el avance del municipio, cuando desde el Consejo de Administración del aeropuerto (que preside la cámara de San Martín) se venía trabajando en otra sintonía.
Desde luego, a nadie escapaba por entonces que la administración de Luz Sapag, con Pont Lezica como primera espada, venía haciendo lobby por la concesión, de ser posible a manos de Aeropuertos Argentina 2000.
El criterio era simple: a San Martín se le seguían cayendo los vuelos y sólo sería posible recuperarlos accediendo a una de las llaves del negocio aerocomercial. En esta misma columna se decía: "A.A 2000" maneja 32 aeropuertos por los que transitan 20 millones de personas al año. Entre ellos, Bariloche, estratégico para las aspiraciones sanmartinenses de captar turismo brasileño. La misma tesis pero en tono de pregunta sería: ¿si no puede Aeropuertos 2000, quién..?
Pero desde abril a la fecha, el anuncio municipal sobre la inminente concesión no mereció una sola línea del gobierno neuquino. Hasta este martes, cuando en oportunidad de su visita a la región, este diario preguntó al gobernador por el futuro del aeropuerto: "lo que hemos privilegiado es la línea aérea regional. El objetivo es llevar el aeropuerto a la categoría 7, según los parámetros establecidos por la Fuerza Aérea. Eso de la privatización lo tenemos que estudiar muy bien", sentenció Jorge Sapag.
Se trata de un párrafo alejado de aquellas supuestas instrucciones inequívocas, dadas para privatizar el aeropuerto antes de fin de año. Por el contrario, se acerca bastante a lo que Sapag había convenido con la Cámara de Comercio.
Visto a la distancia, aquel ampuloso anuncio de la gestión de Luz Sapag, se parece hoy bastante más a un globo de ensayo que a una certeza.
FERNANDO BRAVO
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