SANTA ROSA (Télam).- La Justicia pampeana ordenó una pericia psiquiátrica a 15 jóvenes que estuvieron internadas en el instituto católico "Servi Trinitatis", dirigido por dos curas españoles acusados de "defraudación y reducción a la servidumbre".

El proceso investiga un presunto adoctrinamiento de los curas a las internas, a las que además de quitarles dinero restringen su comunicación con parientes y vecinos, y disponen singulares normas de conducta. Denunciaron que, entre otros renunciamientos, deben "ceder a sus superiores las tarjetas de débito y la clave de la cuenta en la que depositan sus sueldos y otros ingresos".

"La semana próxima, por orden de la justicia pampeana, se realizarán pericias psiquiátricas a unas 15 jóvenes que pasaron por el instituto 'Servi Trinitatis' para determinar si padecen los síntomas de adoctrinamiento "sectario y tienen un comportamiento disociativo atípico", señaló a Télam el abogado de las familias denunciantes, Omar Gebruers.

El letrado recordó que la justicia provincial inició un juicio contra los curas católicos Antonio Martínez y Ricardo Latorre -ya indagados- por "reducción a la servidumbre y estafa"; mientras que la justicia federal no hizo lugar a la denuncia por "trata de personas y contrabando de medicamentos y de divisas".

Fuentes judiciales señalaron que el tema, incluso, interesó al ministro de Justicia de la Nación, Aníbal Fernández, quien pidió el expediente.

Gebruers recordó que hay alrededor de un centenar de jóvenes afectadas, la mayoría mujeres que fueron reclutadas por los curas cuando eran menores. Destacó que hoy quedan unas cuatro o cinco jóvenes internadas, mientras que una cantidad similar se fue en éstas semanas del internado y han vuelto con sus familias.

Las jóvenes tienen prohibido atenderse con médicos varones, no pueden acercarse a otras personas a menos de un metro ni abrazarse con sus padres, no pueden caminar por el centro de la ciudad y están obligadas a entregar el dinero que ganan.

Los curas pertenecen al Instituto Servi Trinitatis con sede en Cuenca, España, pero con subsedes en Venezuela, Lomas de Zamora y Santa Rosa.

Para ser miembros de la secta los aspirantes deben realizar "votos de pobreza, castidad, obediencia y fidelidad al Papa", sufren castigos por supuestas inconductas, no les permiten ingerir alimentos dulces para suprimir la actividad de una feromona que estimula la voluntad y tienen un cronograma de horarios". No toman té ni café porque son estimulantes; no comen quesos ni yogur porque tienen calcio; sólo consumen fiambres de baja calidad; no pueden hablar de cuestiones personales sino sólo de religión; no deben realizar compras los domingos por tratarse del "día del señor", y cuando quieren seguir una carrera superior deben pedir autorización.