El Boeing 737, que viajaba de Moscú a Perm, se vino abajo aproximadamente a las 3:40 de hoy hora local (23:40 GMT de ayer), informó Irina Andrianova, vocera del Ministerio de Situaciones de Emergencias. No había indicios de que la tragedia se haya derivado de un ataque terrorista, añadió Andrianova.
La aeronave, operada por una división de Aeroflot, estaba cerca de aterrizar en Perm, cuando se estrelló en una zona despoblada de la ciudad, indicó la vocera. Un total de 82 pasajeros, incluidos siete niños, y tres tripulantes, viajaban a bordo, agregó. La fuente dijo que los investigadores trataban de determinar la causa de la tragedia. La vocera de Aeroflot, Irina Danenberg, dijo a la televisión que la aeronave estaba a unos 1.100 metros de altitud (3.600 pies) cuando se perdió contacto con la torre de control.
Perm se ubica 1.200 kilómetros al este de Moscú. Valery Tivunov, funcionario de emergencias en Perm, dijo a la TV que el avión cayó sobre unas vías férreas, a unos metros de un edificio de apartamentos.
Los testigos dijeron que el avión pasó por encima de sus casas antes de la explosión que propulsó restos ardiendo en todas las direcciones. "El avión cayó por encima de nuestro edificio, y se estrelló a unos 200 metros", dijo a la AFP un vecino llamado Maxim, que se negó a dar su apellido. "Saltó por los aires, y los pedazos cayeron al suelo. La parte que contenía a los pasajeros cayó en una zona de jardines. No afectó a la zona residencial", añadió.
El canal de televisión rusa Vesti-24 mostró imágenes de una gran humareda en una zona boscosa y los servicios de rescate trabajando con linternas en la oscuridad. "Estaba ardiendo cuando todavía se encontraba en el aire y parecía un cometa", dijo una testigo a la televisión.
Los restos del avión estaban diseminados en una zona de 4 km2, dijeron responsables que precisaron que el incendio estaba completamente apagado. El accidente pudo haber sido provocado por una falla mecánica que habría provocado un incendio a bordo, indicó la agencia RIA Novosti. Las dos cajas negras del avión fueron localizadas y estaban siendo analizadas, según informó la agencia Interfax, citando a los investigadores. Un portavoz de Aeroflot, Lev Koshliakov, dijo a los periodistas que se había realizado "una inspección técnica completa" del avión este mismo año y se había considerado que se encontraba en "condiciones adecuadas".
La aerolínea ha establecido un centro de crisis para los familiares de las víctimas en el aeropuerto de Sheremetyevo-1 de Moscú y otro en Perm. También informó que se pagaría una compensación de más de dos millones de rublos (55.000 euros) por cada una de las víctimas. El presidente ruso Dimitri Medvedev ha permanecido informado del accidente y estaba previsto que el ministro de Transportes Igor Levitin se dirigiera al lugar de los hechos para hacer balance, según fuentes oficiales. Un grupo de investigadores encabezado por el ministro de Transportes, Igor Levitin, tenía previsto desplazarse hasta el lugar del accidente.
Rusia y las otras ex repúblicas soviéticas figuran entre los países con la peor seguridad aeronáutica, de acuerdo con la Asociación Internacional del Transporte Aéreo. El accidente de hoy es el segundo que involucra a un Boeing 737 en la ex Unión Soviética en el último mes. Un avión del mismo modelo, que volaba de Kirguistán a Irán, cayó poco después del despegue, el 24 de agosto, en un hecho que dejó 56 muertos.
Fuente: AFP