VIEDMA (AV).- El gobernador Miguel Saiz volvió ayer a cuestionar al presidente de la UCR nacional, Gerardo Morales. Aclaró su reacción porque se "siguen haciendo barrabasadas" y se le atribuye "ser el problema" en el radicalismo rionegrino, como lo acusó Morales.

"Parece que el culpable de la película soy yo", pero "no soy autoridad partidaria. No voy a aceptar que me usen de chivo expiatorio o de fundamento de una ilegalidad más de las que nos tienen acostumbrados", expresó ayer Saiz.

El día anterior, el Comité Central -que preside Morales- volvió a intervenir a la UCR rionegrina después que la jueza María Servini de Cubría revocara la semana pasada una prórroga de la intervención por cuestiones formales. Los jefes nacionales también autorizaron al presidente para seguir negociando una salida política con el senador Pablo Verani. La relación de Saiz y Morales es irrecuperable, con críticas de alto voltaje de ambos lados. El jujeño declaró el jueves que "el problema en Río Negro es Miguel Saiz, pues todavía funcional al modelo de poder".

Ayer, el gobernador declaró en FM VyP que la conducción lo quiere hacer responsable. "Parece que es patear a otro gato y no realmente al que corresponde". Después recordó que no es autoridad partidaria ni fue en ninguna boleta con Cristina Kirchner aunque admitió que la apoyó.

En otra parte, el mandatario insistió que la intervención perjudica a los afiliados. "No puede pegarle o intervenir a gente que no tiene nada que ver con lo que pueda decir o hacer Miguel Saiz como gobernador de Río Negro".

En distintas ocasiones, Saiz reiteró críticas a la conducción nacional. El radicalismo provincial se "perjudica con el accionar autoritario" de la "mesa partidaria o del presidente". En lo particular, el gobernador insistió que no está expulsado sino que "se me suspende la afiliación, en una medida arbitraria e ilegítima tomada por la Mesa del Comité Nacional. Hace 10 meses que quiero conocer qué es lo que se me imputa y darme el legítimo derecho de defensa", reiteró.

Verani abrió una etapa de negociación con Morales. Saiz consideró que el senador rionegrino tiene "muy buena voluntad" pero "demasiada credibilidad" en su interlocutor nacional. Y reconoció pedidos para bajar los decibeles.